Carolina, la madre de Lucas Cabello, el joven de 20 años baleado por un efectivo de la Policía Metropolitana, aseguró que su hijo fue abordado “por el agente Ayala, que le disparó tres veces, primero para bajarlo, luego para rematarlo en el piso”, y destacó que “ése es el accionar de la Metropolitana, que no entiende de diálogo, su idioma es la intolerancia y la represión”. La mujer exigió además a la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que “se rectifique” de sus dichos acerca de que “se trató de un caso de violencia de género” y añadió: “Me parecieron indignantes sus declaraciones, ya que intentó justificar lo injustificable con una mentira”.
A través de una publicación en la página de Facebook de la revista La Garganta Poderosa, Carolina relató que luego del hecho “tuvimos que soportar una vez más el trato inhumano de la Policía Metropolitana, que me impidió entrar a mi propio hogar cuando volvíamos del hospital”. “Dale pendeja, salí, hay que acostumbrarse, hay que crecer”, aseguró Carolina que le dijo una agente de la Metropolitana a su hija Aldana mientras le impedía entrar a su propia casa.
La mujer relató que su hijo Lucas “fue baleado por el agente Ayala en la puerta de nuestra casa, cuando venía de comprar comida en la panadería de la esquina. No se trató de un enfrentamiento, ni de un tiroteo como dice la policía”.
“Nosotros vivimos en uno de los Hogares de Tránsito del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, en Martín Rodríguez al 500. Allí se encontraba, desde hace meses, un oficial de consigna, por un problema que existe entre vecinas. Ni Lucas ni su novia, Camila, están vinculados a este caso”, sostuvo la madre. Indicó que su hijo “no tenía ninguna restricción, ni denuncia, ni intentó fugarse, como dijo la versión policial y como repitieron muchos medios. Este policía lo interceptó cuando estaba por entrar a nuestra casa, sin motivos, y le disparó tres veces.”
“El primero, fue para bajarlo y los otros dos, para rematarlo cuando ya estaba tirado en el suelo, ensangrentado, a tres pasos de su hija de dos años, que vio todo. El agente, lejos de ayudar a Lucas, solo guardó su arma y volvió a su lugar, donde estaba haciendo guardia”, contó Carolina.
Indicó además que al momento de ocurrido los hechos “estaba trabajando, a unas cuadras de mi casa. Cuando me enteré lo que le había pasado a mi hijo, fui corriendo para allá. Una vez en el lugar, les pedí por favor a unos efectivos de la Metropolitana que me llevaran hasta el hospital, pero se negaron a hacerlo”.
“Es que no sabía que esos policías que me negaron ayuda eran los compañeros de quien le había disparado a mi hijo. Por suerte, estaban los vecinos para darme una mano”, sostuvo la madre en su carta. Puntualizó además que sus vecinos “sienten como propios el sufrimiento y la injusticia que estamos atravesando, porque saben que mi hijo es una gran persona, querido por todos sus amigos; y no un “trapito” como titulan, despectivamente, algunos medios de comunicación”.
La madre destacó que por estos días, “la cantidad de versiones que se generaron desde la misma Policía Metropolitana, distintos funcionarios del gobierno de la Ciudad y algunos medios de comunicación, no hacen más que faltarle el respeto a mi hijo y a toda nuestra familia”.
Exigió en este aspecto que Vidal “se rectifique, que pida perdón por decir que se trató de un caso de violencia de género. Como madre y como mujer, no puedo aceptar sus palabras; que diga la verdad sobre lo que pasó con mi hijo. Esto fue un accionar ilegítimo de la fuerza de seguridad que responde al gobierno porteño”.
Carolina detalló también que su hijo Lucas “está peleando por su vida en terapia intensiva. Su estado es muy grave.