Por Lucía Pires / Tras la aplastante derrota que sufrió en las elecciones del 25 de octubre, Jesús Cariglino difunde entre sus colaboradores la versión de que integraría el gabinete bonaerense de María Eugenia Vidal, a la cabeza del área de Infraestructura u Obras Públicas. Mientras tanto, se mueve para saquear las arcas del municipio de Malvinas Argentinas, antes de entregarle el mando al intendente electo, Leonardo Nardini
En los últimos dos años, Cariglino pasó por el Frente Renovador, después migró al PRO, y antes de la primera vuelta volvió bajo el ala de Sergio Massa. Ahora, de cara al balotaje del 22 de noviembre, trabaja con fuerza a favor de la candidatura de Mauricio Macri con la esperanza de confirmar un refugio junto a la gobernadora electa por el PRO.
“Apelo a la conciencia de Vidal para que no ponga a un personaje tan nefasto como este en un ministerio tan importante”, dijo Nardini a AgePeBA al recordar que “Cariglino ha gobernado Malvinas Argentinas por 20 años, y actualmente el 95 por ciento de la población no tiene acceso a la red cloacal, el 88 por ciento, al agua corriente, y el 60 por ciento, al gas natural”.
“Dios nos libre y nos guarde de tener a alguien de estas características al frente de una cartera como Infraestructura. Va a ser nocivo para los bonaerenses porque si en su municipio, donde tendría que haber hecho las obras necesarias para el avance de sus vecinos, no lo hizo, menos lo va a hacer para toda la Provincia. Carece de capacidad para desarrollarlo”, agregó el intendente electo por el FpV.
Nardini denunció a Cariglino ante la Justicia por su intento de vaciar las instituciones públicas y las arcas municipales con el objetivo de complicar la transición.
A través de dos ordenanzas municipales, el intendente saliente aumentó su sueldo a más de 138 mil pesos e incorporó a unos cuatro mil trabajadores a planta permanente. Sin embargo, la Justicia accionó rápidamente y dio lugar a una medida cautelar que frenó la aplicación de estas medidas.
“Se trata de dos ordenanzas arbitrarias hechas y aprobadas con malicia, con toda la intencionalidad de desfinanciar y entorpecer la futura gestión, con la ilusión de que no nos van a dejar gobernar para poder volver en 4 años. Desde la creación del municipio en 1994, hasta el día de ayer, no se habían incorporado a más de 293 personas a la planta municipal. Con estos 4 mil nuevos empleados, tendríamos que gastar toda la partida presupuestaria en sueldos”, explicó Nardini.
El jefe comunal electo también cuestionó el incremento salarial de Cariglino en un 150 por ciento: “La paritaria más alta de este año fue la de judiciales, con un aumento del 36 por ciento. Jamás podría permitir que Cariglino, ni yo, ni ninguno de mis funcionarios cobre ese sueldo, que está por encima del de un presidente o un ministro nacional. Es desorbitante, una burla y una falta de respeto a los vecinos de Malvinas Argentinas”.
Cabe recordar que hace pocos días, un cercano a Cariglino, el reelecto intendente de Vicente López, Jorge Macri, referente político en el PRO y Cambiemos, dijo que el sueldo de 80.000 pesos que cobra por su cargo no le alcanzaba para sus gastos, por lo que necesitaba “otros ingresos”.
“Vamos a revalorizar a los empleados municipales, a los que realmente trabajan. Cariglino le está pagando a sus fuerzas de choque, a las patotas, metiéndolas en planta: hay personas con 9 denuncias por violencia, amenazas, golpes a mujeres y militantes políticos, y portación de armas de fuego. Yo quiero revalorizar el rol del trabajador, no el rol de aquel al que se le pagó por amedrentar al que pensaba diferente”, subrayó Nardini.
La gestión de Cariglino se hizo conocida a nivel nacional por su largo historial de violencia. Uno de los hechos que cobró mayor visibilidad fue el de las agresiones sufridas por vecinos y periodistas en junio de 2012, cuando familiares de víctimas de mala praxis se manifestaban en contra del sistema sanitario local. A pesar de contar con el presupuesto más alto en salud pública de la Provincia, los casos de mala praxis se siguen acumulando en la Justicia.