El sumo pontífice remarcó que «todas las guerras comienzan con una exclusión» y recordó que “la actitud de los Escribas, de los Fariseos es la misma, excluyen: ‘Nosotros somos los perfectos, nosotros seguimos la ley. Estos son pecadores, son publicanos’. Y la actitud de Jesús es incluir», planteó el Papa.
«Se excluye de la comunidad internacional, pero también de las familias, entre amigos, cuántas peleas…Y el camino que nos hace ver Jesús y que nos enseña Jesús es otro, es lo contrario: incluir”, afirmó.
En ese sentido, el mensaje del santo padre agrega que “no es fácil incluir a la gente porque hay resistencia, está esa actitud selectiva. Por esta razón, Jesús relata dos parábolas: la de la oveja perdida y la de la mujer que pierde una moneda. Tanto el pastor como la mujer hacen todo lo posible para encontrar lo que han perdido. Y cuando lo encuentran están llenos de alegría», estimó.
“Pensemos un poco y al menos, ¡al menos!, en nuestra pequeñez hagamos lo propio, no juzguemos jamás. ‘Pero este hace así…’. Dios sabe: es su vida, pero no lo excluyo de mi corazón, de mi oración, de mi saludo, de mi sonrisa, y si la ocasión se presenta le digo una linda palabra», agregó el papa argentino durante su exposición.
«Jamás excluir, ¡no tenemos el derecho!», planteó el Santo padre, que estimó que «si yo excluyo, un día estaré delante del tribunal de Dios y deberé rendir cuentas de mí mismo. Pidamos la gracia de ser hombres y mujeres que incluyen siempre, ¡siempre!, en la medida de la sana prudencia, pero siempre. No cerrar las puertas a nadie, siempre con el corazón abierto: ‘Me gusta, no me gusta’, pero el corazón está abierto. Que el Señor nos dé esta gracia», finalizó.