El Presupuesto para el año próximo previsto por el saliente Ejecutivo -que contó con 39 votos a favor y 28 en contra- contempla un crecimiento de la economía del 3%, una inflación de 14,5% y un dólar promedio de 10,6 pesos, y prevé destinar el 60 por ciento de los recursos al gasto social.
Además, la también conocida como »ley de leyes» establece, entre otras cuestiones, que los gastos corrientes de capital ascenderán a $ 1.569.412.091.951.
En tanto, los gastos totales consolidados del Sector Público Nacional sumarán una cifra proyectada de $1.705.076,6 millones. Al descontar el gasto por intereses de la deuda pública, el gasto primario representa el 24,57% del PIB.
De esta forma, el Gobierno estima que el año próximo los ingresos corrientes crecerán 21 por ciento, los tributarios lo harán en un 25,2 por ciento y los gastos corrientes aumentaran 16,7 por ciento, lo que dará un resultado primario en equilibrio con un superávit de 0,09 por ciento.
En cuanto a los recursos, las autoridades nacionales estiman que la recaudación ascenderá a 1.420.072 millones de pesos que serán aportados por un conjunto de tributos, uno de ellos el impuesto a las Ganancias; y si a ese monto se suman las contribuciones a la seguridad social, el monto global de los ingresos ascienden a 1.941.420 millones de pesos.