Al anunciar su propuesta de reequilibrio fiscal del país en el Palacio de Planalto, la presidenta Dilma Rousseff destacó la necesidad de mejorar de manera constante la gestión pública y anunció la creación de la Comisión Permanente de Reforma del Estado.
Esta estructura tendrá la misión de escuchar e implementar iniciativas que aseguren una mayor eficiencia en la gestión administrativa, la igualdad de oportunidades y el desarrollo de Brasil.
Al informar sobre la reducción ministerial, subrayó que la Secretaría de Asuntos Estratégicos será eliminada y el gabinete de Seguridad Institucional se transformará en consejo militar.
La mandataria recortó un total de diez ministerios, pero fueron creados otros dos, que resultan de la fusión de carteras eliminadas: el Ministerio de las Mujeres, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el de Trabajo y Seguridad Social.
Además, reveló la supresión de 30 secretarías nacionales y la reducción en 20 por ciento del gasto en los servicios, así como el recorte en 10 por ciento sobre los salarios de los funcionarios.
“Todos los contratos administrativos del gobierno serán revisados, así como el uso del patrimonio de la Unión”, dijo Dilma y adelantó que el Estado venderá todos los inmuebles que no tengan una función pública.
“Queremos avanzar hacia una eficiencia en el trabajo ejecutivo”, aseveró al revelar la supresión de tres mil cargos administrativos.
Rousseff alertó que estos cambios “no significan una desatención a los programas sociales”, los cuales continuarán con miras a atender las necesidades de la población más desfavorecida.
Al respecto, destacó que la construcción de 305 mil viviendas hasta finales de este año del plan «Mi casa, Mi vida», y la contratación de cuatro mil especialistas de la salud del programa “Más Médicos”, permitieron elevar la atención a 63 millones de brasileños.