Al hablar ante la Asamblea General, Raúl Castro saludó el 70 aniversario de la ONU, “creada para preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y edificar una nueva forma de relaciones con propósitos y principios que debían augurar una época de paz, justicia y desarrollo para toda la humanidad”.
Sin embargo, apuntó que desde entonces han sido constantes las guerras de agresión, la intervención en los asuntos internos de los Estados, el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos y los denominados “golpes suaves”.
El mandatario cubano calificó de inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros Estados.
En la misma línea, denunció las acciones que distorsionan la promoción y protección de los derechos humanos, “utilizándolos de forma selectiva y discriminatoria para validar e imponer decisiones políticas”.
Castro también afirmó que “la República Bolivariana de Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional”.
Asimismo, ratificó su solidaridad con Ecuador, su Revolución Ciudadana y su líder, Rafael Correa, quien “se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región”, y reiteró el apoyo de Cuba a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y al pueblo de ese país en la defensa de sus importantes logros sociales y de la estabilidad.
Igualmente, subrayó la solidaridad con el pueblo de Puerto Rico, el cual “merece ser libre e independiente”, luego de más de una centuria sometido a la dominación colonial, y con Argentina en su reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas.
Hacia el final, el mandatario cubano agradeció el respaldo casi unánime de la comunidad internacional al cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la isla desde hace más de medio siglo.
En este marco, ratificó que la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se alcanzará cuando se ponga fin al bloqueo, se devuelva el territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo, cesen las transmisiones ilegales de radio y televisión, y los planes desestabilizadores, así como se compense a la isla por los daños humanos y económicos que aún sufre.
Horas antes de la intervención de Castro ante la Asamblea General de la ONU, su par estadounidense, Barack Obama, expresó su confianza en que el Congreso de su país “inevitablemente levantará un embargo que no tiene razón de ser”.
Si bien señaló que Washington continúa teniendo “diferencias” con el gobierno de la Isla, destacó que “ahora abordamos estos asuntos a través de las relaciones diplomáticas y un aumento del comercio”.
Ambos presidentes se reunirán mañana en Nueva York, en lo que será su segundo encuentro desde que el 17 de diciembre de 2014 anunciaran el comienzo del proceso para reanudar las relaciones diplomáticas.
Castro está desde el jueves pasado en Estados Unidos, donde cumple su primera visita a ese país en más de cinco décadas. Entre sus actividades, el mandatario cubano disertó el sábado durante la Cumbre del Desarrollo Sostenible, se reunió con el ex presidente Bill Clinton, y mantuvo encuentros con el gobernador y el alcalde neoyorquinos, Andrew Cuomo y Bill de Blasio.