Por Germán Celesia / El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, no participará de la actividad organizada por el Grupo Clarín ni de la que organiza La Nación y un conjunto de medios y organizaciones civiles. Se trata de dos “debates” promovidos por estos dos impulsores explícitos de un “fin de ciclo” kirchnerista, y cuya “Imparcialidad” por lo tanto podría ponerse seriamente en duda, sobre todo en el caso de TN. Además, hasta ahora, todos los espacios de “debate” fueron terreno propicio para golpes bajos, acusaciones y exabruptos varios entre los candidatos, en general con la agenda mediática y la tipificación de los actores políticos como patrón de las controversias.
Según La Nación, “Scioli ya decidió que no debatirá con los otros candidatos”, lo cual según el columnista Jorge Liotti, sería “un tardío síntoma de kirchnerismo congénito”. Es decir, el candidato presidencial del oficialismo sería portador de una “enfermedad” que habrían padecido Néstor y Cristina Kirchner y que implícitamente el columnista llama a erradicar del país. Es la suya una apelación indirecta al “fin de ciclo”, pero que incluye además un mensaje de intolerancia política, más allá de la supuesta vocación “republicana” del matutino.
“Aunque Daniel Scioli no fue tajante en sus respuestas a La Nación, todo indica que no participará del debate presidencial previsto para el 4 de octubre, organizado por Argentina Debate y que se desarrollará en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires”, dice el periodista Santiago Dapelo. Según el “editor” del matutino, “Scioli espera ahora que la discusión se disipe y que, como marca la historia, el electorado no tome en cuenta su faltazo al debate a la hora de votar”.
Clarín marca una diferencia sutil con La Nación y titula: “Scioli primero se bajó del debate presidencial, pero ahora tiene dudas”. Según afirma, “su equipo de campaña aseguró que el candidato k no participaría”, pero agrega: “Scioli evalúa qué le conviene más”. Ignacio Ortelli aclara la discrepancia, en su artículo con declaraciones atribuidas al dirigente del FpV: “No lo descarté ni tampoco lo confirmé. Sólo dije que había que institucionalizarlo”.
Según Clarín, “el candidato presidencial oficialista no participaría del debate en marcha del programa de TN »A dos voces» y del encuentro organizado por Argentina Debate, plataforma integrada por distintas ONGs. Pero en el canal de noticias TN no dan por caído el debate en esa señal”. Es decir, el Grupo Clarín anuncia que seguirá insistiendo para contar con el postulante oficialista en su programa.
El columnista Ignacio Miri se pregunta: “¿Les conviene a Macri o a Massa enfrentarse entre ellos sin su mayor competidor a la vista? ¿No terminarían haciendo el juego a Scioli? Ayer, varios operadores de los dos espacios se hacían esas preguntas. Sería esperable que las respondieran parándose juntos frente a las cámaras. Aunque nadie los obligue”, propone.
Clarín y La Nación dan un espacio generoso a críticas de todo tipo de los postulantes opositores y culpan al oficialismo por la ausencia de una legislación que regule los debates entre candidatos, que ahora el oficialismo impulsaría en el Congreso. El más explícito es Clarín, quien dice: “El debate presidencial obligatorio con acuerdo de todos pero cajoneado por el kirchnerismo”, y afirma que “los rivales de Scioli lo acusaron de no querer dar explicaciones y de recibir órdenes de la Presidenta”.
Ricardo Roa, por su parte, llega al extremo de poner en duda la capacidad de gobernar de quien está pronto a culminar su segundo mandato al frente de la provincia más poblada del país, sólo por el hecho de no querer “debatir” en los términos propuestos por los medios y ONGs. “En el fondo, el rechazo de Scioli a debatir es el miedo. Para decirlo sin vueltas: tiene poca confianza en su capacidad. ¿Podemos confiarle la presidencia a alguien que teme discutir frente a frente con los rivales?”, afirma.
“Hay también temor a ser interrogado sobre la gestión kirchnerista. Cualquiera entiende que Scioli no puede hablar claro respecto de muchas cosas. Y en un debate el otro no tiene por qué perdonárselo, más bien intentará ponerlo en evidencia”, agrega, y afirma que “la falta de una ley es una excusa”. “Scioli pide una ley y pone en duda su presencia en el debate”, es precisamente el modo en que eligió titular el tema el diario El Cronista. “Scioli le dijo no al debate con Macri y Massa”, afirma El Día. En la mayoría de los medios, se objeta por cuenta propia o por terceros la decisión aparente de Scioli, pero en ninguno se le da la trascendencia que buscan La Nación y Clarín.