Por José Luis Ponsico / El «planchazo» de Carlos Tévez, figura del encuentro Boca 3 Argentinos Jrs 1 en el estadio «Diego Armando Maradona» al juvenil Ezequiel Ham, padeció una fractura, conoce antecedentes. De otras celebridades. Dos extraordinarios delanteros, Enrique Omar Sívori y Edson Arantes do Nascimento, popular «Pelé», fracturaron rivales en los ´50 y 60.
El 13/05/56 Enrique Omar Sívori una de las mayores revelaciones del fútbol argentino junto a Oreste Omar Corbatta, Humberto Maschio, Antonio Valentín Angelillo y Natalio Sivo, entre otros notables, entró fuerte a su marcador. En la sexta fecha, viejo estadio de madera, repleto en Caballito, Ferro y River terminaron 0 a 0. «Cotejo accidentado», para crónicas de la época.
No fue gran partido, pasó a la historia por el choque gravísimo entre el popular «Cabezón» Sívori «crack» de River y selección nacional y el juvenil Julio Bernárdez, mediocampista de Ferro. El pibe de Ferro -junto a Guillermo Linares, dos promesas- no volvió a jugar. Tenía 19 años.
En 1965, «Pelé» estaba considerado «mejor jugador del mundo» -hoy se lo ubica en varias reseñas «el mejor del siglo XX»- cuando jugando un amistoso con la selección de Brasil frente a Alemania Oriental, fue arriba a su marcador, Hans Kiezman. El alemán padeció fractura expuesta, tibia y peroné. Nunca volvió.
Curiosamente, junio del´64, plena disputa de «Copa de las Naciones» en Brasil, el propio «Pelé» propinó brutal cabezazo al mediocampista argentino José Agustín Messiano, iniciado en Argentinos Juniors, uno de los pases del año -junto al uruguayo Roberto Matosas, Peñarol a River- en su viaje a Rosario Central.
Messiano sufrió fractura de tabique nasal. El ingreso del cordobés Roberto Telch favoreció el juego del seleccionado nacional. Cumpliendo servicio militar, Telch -«doble cinco» cerca de Ubaldo Rattín- pasó dos veces al ataque por sorpresa y anotó dos goles. Ganó Argentina 3-0 en el mítico Estadio Pacaembú de San Pablo.
En el ´68 «Pelé» estaba cerca de los 1.000 goles oficiales, fracturó a su connacional Procopio, defensor de Cruceiro, equipo en el que actuaría tres años más tarde Roberto Perfumo. En el´69 «Pele» entraría en la historia grande ante otro argentino: arquero Edgardo Andrada, de penal convirtió el gol 1.000 a Vasco Da Gama.