Por Germán Celesia / “Modelo agotado: La única opción es el ajuste”, lanza La Nación con firma del economista José Luis Espert. “Debido a la irresponsabilidad de Cristina Kirchner, el futuro presidente tendrá que elegir entre un ajuste políticamente incorrecto o una continuidad de los desequilibrios que sería económicamente calamitosa”, afirma.
En otro artículo, La Nación advierte que empresarios “pasaron hambre” durante un discurso de la Presidenta, Cristina Fernández, en Tecnópolis. El diario destaca, pese a esa supuesta calamidad, el “respaldo de Cristina a Daniel Scioli ante los industriales”.
Según Mariana Verón, “después del 9 de agosto, la Presidenta había mostrado un apoyo condicionado a Scioli en un acto en la Casa Rosada, y desde el kirchnerismo sus principales espadas habían retomado la idea de hablar de que el candidato es el proyecto, más allá del gobernador. Pero esta vez, Cristina se corrió a un costado y puso como principal eje de su discurso la continuidad que encarnaría, según su visión, su candidato presidencial”. Esta posible “continuidad” es la que parece preocupar a la prensa opositora, que trabaja sobre la hipótesis del “ajuste” inminente.
De hecho, Clarín dedica un largo artículo a Miguel Bein, quien “se convirtió en el principal asesor económico de Scioli, junto a Mario Blejer”, y según el matutino, “impulsa una agenda basada en el gradualismo, tanto para desmontar el cepo como para bajar la inflación y recuperar el equilibrio fiscal”. Esta forma metafórica de hablar supone que un gobierno sciolista implementará una suerte de “ajuste cuotas” para “recuperar el equilibrio fiscal”, obviamente a costa de bajar el gasto público dirigido a los sectores menos favorecidos de la población.
En otra columna de Clarín, firmada por Jorge Velázquez, se resalta la propuesta de Mauricio Macri de generar un “schock de confianza”, a través la liberación del dólar, lo cual en el pasado reciente provocó una espiral inflacionaria y un empobrecimiento relativo de los asalariados y beneficiarios de planes sociales. La promesa es que eso generaría, supuestamente, mayor “inversiones” y “creación de empleo” presumiblemente por la baja del componente local medido en dólares.
Lo curioso es que según Marcelo Boneli, columnista de Clarín y conductor de TN, Scioli desearía proponer casi lo mismo pero Cristina no lo dejaría. “Scioli vs. Kicillof: pulseada por el campo y el dólar”, se titula precisamente su artículo del 28 de agosto pasado. “El candidato presidencial del oficialismo reclama una baja de las retenciones al campo y una política cambiaria más razonable. El ministro y Cristina no lo aceptan”, afirmaba, sin apelar obviamente a ninguna fuente periodística. Lo central es que Clarín parece querer convencer a Scioli que la no implementación de medidas de ajuste le jugaría en contra en las elecciones. “El entorno más íntimo de Daniel Scioli acusa a Axel Kicillof de espantar votantes con el manejo que viene haciendo de la economía desde los últimos meses”, afirmó Bonelli.
Hoy Carlos Pagni, en La Nación, trata de explotar esa hipótesis sin sustento empírico. Habla de una falta de crecimiento del candidato presidencial en los sondeos de opinión y lo relaciona precisamente a esa falta de compromiso con las políticas “ajuste”- Según afirma, “el estancamiento de Scioli se inscribe en una telenovela de larga duración: su relación con Cristina Kirchner”. Además, afirma que diversos hechos creados o maximizados por la prensa opositora representan “encrucijadas en las que Scioli quedó, para ponerlo en sus términos, del lado opuesto al de la gente”.
Según dice, “durante los últimos diez años, las encuestas cualitativas lo ubicaron como el habitante solitario de un cuadrante imposible: el cruce de kirchnerismo con macrismo. Scioli ofrecía la ambigüedad desconcertante de algunos animales mitológicos. Pero la necesidad de convertirse en el candidato oficialista lo obligó a perder matices. Los números registran ese proceso”, números obviamente declinantes, al menos según la consideración del columnista.
“Para revertir esa tendencia muchos aliados, con Juan Manuel Urtubey a la cabeza, aconsejan a Scioli distanciarse de la Presidenta”, se entusiasma. Y dice que es debido a que “la repetición del catecismo oficialista ya dio todo lo que tenía para dar”, con lo cual insiste en homologar al kirchnerismo a una secta religiosa, la cual además no dejaría al candidato que decida por sí mismo. “La tentación de seducir al electorado no kirchnerista puede enfrentarlo con quienes lo hicieron candidato y convertir su proselitismo en un campo de batalla”, advierte. Lo implícito en esta reflexión puramente argumental es que el único candidato que sostendría de manera no conflictiva con su fuerza política el ajuste fiscal “la única opción” es Macri, como es reafirmado en esta edición del matutino fundado por Bartolomé Mitre y también en Clarín.