Por Carlos López / El agua estancada por las intensas precipitaciones que se registraron esta semana en el país, afecta a varios municipios del norte y este de la provincia de Buenos Aires, distritos que podrían verse comprometidos de persistir el alerta de sudestada en el Río de La Plata.
En este marco, el intendente de Escobar, Sandro Guzmán, le dijo a AgePeBA que «no nos afectó la lluvia pero si la inundación a la vera de los ríos y los arroyos. No tenemos los centros urbanos ni las localidades del Partido inundadas pero sufrimos la bajada del agua por la zona oeste de la provincia», comentó.
En el municipio todavía hay 95 evacuados, unos 45 que viven en las cercanías del arroyo Escobar y otras 50 personas que habitan en las inmediaciones del arroyo Garín. Ambas zonas del distrito se ven afectadas por la bajada del agua que desemboca en el Río Luján y el Río Paraná, siendo Escobar un punto de encuentro para las aguas.
A partir de esto, el Estado nacional se hizo presente en esa localidad bonaerense mediante los Ministerios de Desarrollo Social y Planificación que entre otras cosas entregaron al municipio un generador de 1.000 K/v, dos camiones cisterna y más de 4.000 litros de agua potable.
Guzmán remarcó que «estamos agradecidos porque los ministerios nos han mandado colaboración en trabajo con Defensa Civil y la secretaría de Obras Públicas del municipio» y de esta manera aseguró que «el Estado nacional está totalmente presente».
«El agua está a niveles normales pero tenemos que estar alerta por la sudestada del Río de La Plata, por eso le pedimos a los vecinos encarecidamente que no saquen la basura por esta noche. La situación está controlada pero seguimos en emergencia por la sudestada», subrayó.
Ante el desborde de los arroyos como ocurrió hace tres meses y nuevamente esta semana, el intendente planteó que «hay que hacer un análisis general de la provincia de Buenos Aires y hay que pensar que la situación climática del mundo cambió, entonces es necesario un dragado para aguantar las precipitaciones».
Por último, Guzmán celebró que «hoy el agua bajó mucho y eso ayudó a que muchos vecinos vuelvan a sus casas» y advirtió que «también tenemos que estar alerta porque con la sudestada que se espera se nos puede complicar bastante la bajante del agua».
La bajada del agua hacia los ríos que atraviesan la provincia de Buenos Aires afectan principalmente a las localidades cercanas a las cuencas de los ríos Arrecifes, La Plata Inferior y Superior, Salado, Areco, Luján y Matanza. Por ello, la continuidad de las precipitaciones no permite que el agua continúe su curso por los desagües fluviales, lo cual podría comenzar a filtrarse recién a partir del próximo viernes.