Respecto a las suspicacias que generó el hecho de que la imagen de Sabbatella no figurara en la boleta electoral, Fernández explicó que sólo se limitó a cumplir con la reglamentación, algo que -remarcó- no hizo su contrincante en la interna kirchnerista Julián Domínguez, quien sí incorporó la imagen de su compañero de fórmula en la provincia, Fernando Espinoza.
«La reglamentación dice que es una sola foto, por eso hay una sola foto. Domínguez fue en contra de la reglamentación. Acá no hay ninguna intención de ocultar a mi vicegobernador. Estoy orgulloso de que venga conmigo y tengo más afinidades con él de las que me imaginaba», sostuvo consultado por radio Nacional.
Respecto a los comicios generales de octubre y a la performance que está obteniendo el Frente para la Victoria en las elecciones llevadas a cabo en las provincias en lo que va del año, Fernández se mostró optimista y hasta arriesgó que el electo gobernador de Córdoba, Schiaretti, alineado con el también candidato presidencial Juan Manuel De la Sota, «va a terminar jugando» con el oficialismo.
«En Córdoba ganó Schiaretti, pero que yo sepa es peronista. No va a jugar en otra formula que no sea el peronismo. Yo le garantizo que va a terminar jugando acá», afirmó.
Fernández se refirió también a la elección de jefe de gobierno porteño y, en ese sentido, opinó que deberá expedirse aún el ex candidato Mariano Recalde sobre cuál es el mejor camino a tomar por sus votantes en el balotaje del 19 de julio próximo.
El jefe de Gabinete dedicó el último tramo de la entrevista a descalificar al candidato del massismo para la gobernación, Felipe Solá, quien lo trató de vincular con la droga.
«Si tengo que enfrentar lo que dijo Solá, tengo que ir con un cañón 155 mm y pegarle un cañonazo y la verdad es que no vale la pena. Que presente papeles y haga denuncias. Yo miro a mis hijos a los ojos y saben que soy un tipo honesto», finalizó.