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Por José Luis Ponsico / El «grondonismo» no está pasando por su mejor momento. El grupo que lidera Luis Segura, los 50 votos que obtuvo del «buró» al cabo deceso de Julio Humberto Grondona, tiene todo complicado.
Hoy, no sólo es oposición Marcelo Tinelli. Alumbra la «tercera posición» que encabeza Víctor Blanco, presidente de Racing. Sin descartar otras variantes. No está ajeno a los vaivenes del Poder, Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba.
Desde hace mucho «el delfín» de «Don Julio» fue el ex presidente de Quilmes Athletic Club, José Luis Meiszner. De pronto eclipsado por el fallecimiento del mandamás de AFA y encumbramiento de Aníbal Fernández, actual titular de Quilmes en uso de licencia.
Otro «delfín» de ése segmento, Alejandro Marón, presidente de Lanús. «Se cuenta que en vida, la esposa de Julio, la señora Nélida, tenía especial «onda» con el presidente «granate». Lo quería como un hijo» describen en AFA.
En línea «sucesoría» y por clubes del Interior, ahora también está Armando Pérez. Titular de Belgrano, vive en la Capital Federal, resolvió déficit de endeudamiento. El «pirata cordobés» no sólo presentó superávit de 22 millones de pesos. Un ciclo exitoso en lo deportivo con Ricardo Zielinski desde fines 2010. El «Ruso», en Córdoba es más famoso que Vladimir Putin.
Hace seis meses que Marcelo Tinelli con un grupo de abogados, entre otros Omar Barra ex ministro de Justicia del gobierno de Carlos Menem, avanza en la imposición de su candidatura. Hasta aquí con la negativa del asesor legal de AFA, Mario Schmoismann.
Lo que está en juego «computarle el año que el animador televisivo había solicitado para alcanzar los cuatro que requiere el art. 50 del reglamento de AFA para postularse a la presidencia. En su entorno ven posible que destrabe el impedimento estatutario.
Esta vez la lucha por el Poder en la AFA se presenta muy distinta a las conocidas desde los años ´80 mientras duró el reinado de Julio Grondona. En dos meses el fútbol argentino vivió desgracias con muertes de futbolistas y el escándalo primero en La Bombonera.
Luego, destape en FIFA y finalmente también en AFA. La «Copa América» puso las cosas en lugar geográfico distinto. Pero en julio se desatarán todas las pasiones Grondona, todo indica, aparece como irremplazable. Persona y estilo. El gran ausente.
Hoy, las exigencias de nuestro fútbol superan largamente los treinta y cinco años del «grondonismo clásico» y recurrente «Todo pasa». El final del ciclo está abierto y pinta como de ajedrez.