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«Fue un foro impresionante por la magnitud de su concurrencia», describió Kicillof en diálogo con la agencia de noticias Télam en San Petersburgo, en el marco de su participación en el foro SPIEF2015 que se desarrolla en esta ciudad rusa, y en el que participó de la mesa dedicada a América Latina.
«Un primer balance para hacer es que se vio durante el Foro una posición bastante distinta a la estándar de los foros internacionales y de los organismos multilaterales de crédito. Una apuesta al mundo multipolar donde Rusia, China y los Brics empiezan a interactuar por fuera de los carriles clásicos de la hegemonía financiera y económica», aseveró el ministro.
«Este es un enfoque interesante, que es mirar a las cuestiones más desde la problemática de los países emergentes, y que generó una enorme sorpresa y satisfacción en los propios organizadores por ver la concurrencia de miles de empresarios de todo el mundo con una mirada ligeramente distinta a la convencional del mundo empresario y los centros económicos», explicó Kicillof.
En esa línea, el ministro puso énfasis en que «en este tipo de eventos la dinámica se da no sólo por la participación en los paneles, sino en las reuniones que se realizan en las salas laterales».
«Nosotros habíamos planificado una reunión primero con el ministro de Finanzas, que es el responsable de buena parte de las cuestiones financieras asociadas a los acuerdos que se firmaron durante la última visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; y después con el vicepresidente del banco de desarrollo, que es quien acompaña a las empresas rusas y argentinas para el financiamiento de las obras de la central Chihuidos», explicó el ministro.
«Las dos reuniones fueron excelentes porque se habló de los avances que se han realizado y se hizo un cronograma de tareas para seguir avanzando», sentenció.
Además, el ministro resaltó las «coincidencias» que encontró con Siluanov y explicó que «es el ministro el responsable de la posición internacional de Rusia de apoyo y respaldo a la Argentina con respecto a los fondos buitre, y también es quien da los avales para todo tipo de empresas y bancos rusos. Se trabajó en temas tanto de los acuerdos vigentes como de los futuros».
Sobre la central de Chihuidos, Kicillof detalló en ese punto que «el Banco de Desarrollo ratificó que está dentro de los proyectos prioritarios de la institución. Esto y su instrumentación requiere muchísimo trabajo, también de las empresas privadas que tienen cronograma muy exigentes», afirmó.
Kicillof había asegurado este viernes que la relación entre Argentina y Rusia «es un hecho, no un deseo», al tiempo que resaltó «el normal y natural entendimiento» bilateral y destacó la «complementariedad» entre las dos economías.
«El vínculo más estrecho entre Rusia y América Latina y Rusia y Argentina no es un deseo, sino un hecho. Cuando uno analiza los últimos años de comercio bilateral se encuentra con la sorpresa de un crecimiento del 1.000%, uno de los que más ha crecido de toda la cartera de comercio exterior argentino», diagnosticó Kicillof durante su participación en el foro económico SPIEF2015.
«¿Por qué este vínculo?», se preguntó el ministro, que explicó que «esta última etapa de la economía mundial ha tenido como verdaderos tractores de su crecimiento a las denominadas economías emergentes: las latinoamericanas, la rusa, han crecido a tasas muy superiores al promedio de la economía mundial», explicó al participar en la mesa «Latinoamérica: Globalización y nuevo hub regional económico».
Así, «ha habido un incremento de la potencia económica de ambos que es innegable. Y ese hecho por sí mismo implica que con ese elemento a la vista indudablemente las relaciones Sur-Sur, entre países emergentes son una necesidad y no simplemente una voluntad. Y así hay un elemento objetivo económico que explica porque se ha estrechado mucho la relación ruso-argentina y por extensión ruso-latinoamericana», detalló el ministro.
«También es cierto que, a diferencia de otros países de tanto volumen económico como el ruso, hay una enorme complementariedad entre ambas economías. Muchos de los productos que nosotros tenemos como excedentes exportables son necesidades del crecimiento ruso, y muchos productos de Rusia son necesidades de complementariedad con nuestra economía», explicó el ministro.
Agregó que de ese modo el vínculo «es una cuestión de natural evolución de la estructura económica mundial y de la complementariedad que existe entre las economías».