.
Por José Luis Ponsico / Es posible que mucha gente del fútbol que ya no está entre nosotros hubiera disfrutado -como el resto del planeta- con la final en Berlín. Algunos que se adelantaron a otros «ya habían visto algo» de ése fútbol del Barcelona de Luis Enrique, en «La Máquina» de River hace 75 años.
Vaya el recuerdo para Carlos Desiderio Peucelle, fallecido en 1990 a los 82 años, virtual artífice de la puesta en marcha de un equipo que quedó inmortalizado en el fútbol argentino. «Todos suben, todos bajan», decía.
«Todos entran, todos salen», añadía. «Si se cierran ellos, ir por las bandas». Y en la charla personal «El líder es el que hace mejor al otro», recogió Dante Panzeri en el libro «Fútbol. Todo tiempo» hace 40 años.
Hace 40 años entre ambos, Peucelle y Panzeri, dejaron un «tratado» que en su teoría exhibe hoy con grandes intérpretes el Barcelona de España. Un juego de triangulación, precisión, donde la mayoría apenas «la tiene un par de segundos» en el armado, haciendo «del buen pase» una religión.
Peucelle jugó en Sportivo Barracas y River lo pagó 10 mil pesos. Una fortuna en 1931. Era puntero derecho. «Pero si la cosa venía complicaba, hablaba y me corría al medio. Daba una mano en el medio y luego subía», comentó infinidad de veces.
«Barullo» Peucelle jugó 17 años en Primera. Más de 300 partidos en River, hizo 118 goles. Campeón con el Millonario en el ´32, 36 y 37. Integró la selección nacional en el Mundial del ´30. Era titular, dedicó más de treinta años a las inferiores. Veinte en River.
Dante Panzeri «amaba» a Peucelle. En 1969 sostenía que «La Máquina» había sido el mejor equipo de la historia. «Hungría del ´54 que cayó con Alemania en el Mundial de Suiza, se asemejaba bastante», contaba el periodista, temido, en los ´60 y 70.
Los maestros de inferiores tuvieron en las figuras de Peucelle, Ernesto Duchini, José Scalise, Bernardo Gandulla, Florencio Doval, más cerca en el tiempo José Pekerman, Hugo Tocalli, Francisco Ferraro, a verdaderos cultores del buen juego. La escuela de fútbol era el trato directo, el consejo amable. El buen ejemplo.
Hace seis años Tocalli, ex arquero de Quilmes en los´70, dejó un mensaje: «Es tiempo de volver al juego de los pibes con la pelota de goma; pulir la técnica y priorizar el juego», dijo el socio de Pekerman.