Por Germán Celesia / “Aníbal, el disciplinador bonaerense”, fue la caracterización que Julio Blanck impuso en su columna del 8 de mayo en Clarín a las aspiraciones de Aníbal Fernández, quien busca convertirse en candidato a gobernador bonaerense, posiblemente haciendo binomio con el actual vicegobernador, Gabirel Mariotto, según por ejemplo el Diario de Cuyo del domingo 17.
“Trascendió que ‘existe la posibilidad de que Mariotto sea candidato a vice de Aníbal Fernández y que la decisión final sobre el armado de las fórmulas presidenciales y a la gobernación ‘dependen de Cristina‘”, afirma el matutino. El diario El Día coindice en un punto y discrepa en otro: “Uno de los interesados en acompañar a Aníbal es el vicegobernador Gabriel Mariotto. Pero en fuentes del gobierno nacional se dice que allí podría recalar un representante de La Cámpora”.
Por las dudas, el matutino platense introduce un elemento conflictivo en su edición del 12 de mayo: “Tras la orden de Cristina, se recalienta la interna del FpV”: Y “Aníbal Fernández elogia a Scioli para sucederlo”, titula la 14 de mayo La Nación; el diario coloca así los “elogios” en ese contexto para atenuar la contradicción con el discurso mediático, que le adjudica a Fernández, como parte del kirchnerismo, animosidad hacia el gobernador. Según La Nación, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, sería quien “tiene el apoyo de Scioli para sucederlo”. Además, “pese a la presión que ejerce la Casa Rosada, los intendentes Fernando Espinoza, de La Matanza, y Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, también confirmaron su intención de participar en la interna”, dice Santiago Dapelo en un artículo del viernes 15.
“La aparición de Aníbal Fernández como precandidato a la Gobernación apunta a limpiar de un »bigotazo» las postulaciones de intendentes como Insaurralde y Espinoza quienes son llamados a conservar sus territorios”, ironiza, aunque con impronta negativa, la agencia de noticias Nova. La mayoría de las agencias y medios impresos de la provincia se acoplaron a las consideraciones negativas de Clarín, sin embargo, la “opinión pública” no necesariamente acompaña esa consideración.
El portal Infocielo publica el 14 de mayo “la primera encuesta que mide a Aníbal”, la cual “lo da ganador en la interna del FpV”, pese a todos los prejuicios mediáticos. “En medio de la baja de candidatos que existe en el FpV, la Consultora Circuitos presentó su estudio realizado entre el 8 y 13 de mayo. El Jefe de Gabinete de la Nación se perfila en primer lugar.”
“En cuanto a las preferencias sobre los espacios políticos y el voto de la población los resultados fueron que el Frente para la Victoria obtendría el 40,6 por ciento; el PRO 29 por ciento; el Frente Renovador 10,6 por ciento; Frente de Izquierda 3,9 por ciento; Frente Progresista 1,4 por ciento”, afirma el estudio. Y cuestión de candidaturas, los resultados fueron: “Aníbal Fernández 21,4 por ciento; Julián Domínguez 12,3 por ciento; Martín Insaurralde 6,8 por ciento”.
Y “en el ítem si las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires fueran hoy a quién van los votos, los resultados son los siguientes: Aníbal Fernández 22,4 por ciento; María Eugenia Vidal 19,9 por ciento; Julián Domínguez 13,8 por ciento; Francisco De Narváez 13,8 por ciento; Darío Giustozzi 6,6 por ciento; Néstor Pitrola 2,9 por ciento; Christian Castillo 2 por ciento; Jaime Linares 1,9 por ciento”.
En sintonía con esa encuesta, titula hoy la Agencia Nova: “Aníbal Fernández se dio un baño de optimismo”. Y transcribe dichos del funcionario nacional: «No tengo dudas de que le voy a ganar a Domínguez».
Por las dudas que eso suceda, Julio Blanck sentencia desde su columna del domingo 17: “Aníbal Fernández y Julián Domínguez son dos productos del duhaldismo original que han evolucionado notablemente, pero sin renegar nunca de su origen. Scioli, Randazzo, Aníbal y Julián conforman un indigerible combo electoral para los »progres», peronistas o no, que todavía entran en éxtasis con el relato”. Que los considere en conflicto con el kirchnerismo – portador del “relato” – es casi un reconocimiento de que podrían ser triunfadores en los comicios de octubre. No obstante, lo dice de manera de no contradecir la teoría del “fin de ciclo” sostenida por los medios opositores, en especial La Nación y Clarín.