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Por José Luis Ponsico / Cinco goles del Barsa de contraataque en siete días revitaliza vieja pugna entre técnicos de Europa. Ataque y defensa, antigua polémica. Barcelona de Luis Enrique hizo cinco goles de contra al Bayer Múnich de Josep Guardiola. De no creer.
Hace casi un cuarto de siglo el asturiano Luis Enrique Martínez García y el catalán «Pep» Guardiola, eran las promesas españolas para ganar medalla de oro en Juegos Olímpicos, Barcelona ´92. Notables, juntos a «Kiko» Narváez y Alfonso Pérez.
Barcelona estuvo ahora en el Campo Nou casi 75 minutos sin poder «entrarle» al Bayer Múnich. Guardiola tenía todo «bajo control», con manual conocido. Marca a presión, relevos. Salida rápida. Ante 95 000 personas.
De repente, apretó el local -Dani Alves, lateral infalible, atacante pleno- ahogó la salida del multicampeón de Alemania. Llegaron dos golazos de Lionel Messi, en escasos minutos. El tercero, un «regalo». Otra «contra» y 0-3 a un equipo del «Pep» Guardiola fue como demasiado. Barcelona quiso «devolver» los siete goles del Bayer en partidos -Messi muy golpeado, sin gravitar- hace dos años.
En Múnich, otras dos «ráfagas» con el «tridente» ofensivo y Barsa en el global se puso 5-1. Imposible para el Bayer y cualquier otro equipo del mundo.
La perseverancia reconocida en el fútbol alemán hizo que el Bayer gane 3-2 cuando el juego «culé» de Luis Enrique pensaba en la final de Berlín, Champions League versión 2015 del 6 de junio.
Bromas aparte, Guardiola que formó el mejor equipo de Europa en el ciclo anterior, exitoso, del Barsa no tuvo en cuenta recursos de defensa para «interrumpir» el circuito de Messi, Suárez y Neymar. El Bayer lo pagó muy caro. Le hicieron cinco goles de «contra» en dos ráfagas y en siete días.
Luis Enrique, asturiano «duro» en enero estaba cuestionado. Sacó a «La Pulga» Messi y Neymar Júnior contra Real Sociedad. Casi «lo matan» en Cataluña. Asturiano en problemas en el mundo «culé».
Cuando le preguntaron hace poco -quince partidos sin perder- dijo: «Les pedí a las estrellas que jueguen para el otro, que sean solidarios. Que con las condiciones técnicas de ellos, los triunfos vendrían solos», dijo. Parece que le hacen caso.