Se realizó la presentación del libro «Los sentidos de la justicia. Juicios, testimonios y desapariciones» del Dr. Carlos Leavi. El evento, tuvo cita en la CTA de los Trabajadores, y comenzó entradas las 18. El panel estuvo a cargo de la titular de la Asociación Miguel Bru, Rosa Bru, el secretario General de Adulp, Octavio Miloni, el secretario de Derechos Humanos de la Asociación Judicial Bonaerense, Pablo González Lopardo y la abogada querellante en juicios de Lesa Humanidad, Guadalupe Godoy.
La presentación del encuentro estuvo a cargo de Octavio Milani, quién comentó la temática del libro, haciendo hincapié en las luchas y en la militancia de las últimas décadas. Hizo un paralelismo hacia la actualidad, con los sucesos vividos en el desalojo en Abasto y cómo a partir de esta práctica se vio la resistencia y la lucha por los derechos humanos. A su vez, manifestó que: “nuestros compatriotas, compañeros que no nacieron en Argentina pero que la eligieron como su nuevo hogar, tienen derechos, entre ellos, vivir en paz y trabajar”.
”Hay que seguir muy de cerca este proceso como militantes y luchar por la libertad y el desprocesamientos de estas personas, participar de todas las instancias que se implementen para la expropiación de las tierras. Estamos en alerta hasta que se esclarezca”.
El secretario de Derechos Humanos de la Asociación Judicial Bonaerense, Pablo González Lopardo, se mostró muy orgulloso de poder ser parte de este proceso que comenzó como una lucha significativa y que terminó en un lucha política, logrando que el gobierno tenga la voluntad política de darle castigo a los responsables de todo lo que pasó en la parte oscura de nuestra historia. “Hoy gracias a esa pelea y a la fuerza de nuestros compañeros, tenemos los resultado que tenemos”.
La abogada querellante de juicios de Lesa Humanidad, Guadalupe Godoy, expresó: “Me cuesta hablar del libro porque estoy bastante implicada en el proceso de su creación. Creo que lo más importante de esta obra es la manera en que Leavi muestra un recorrido sobre nuestra propia historia. Muchos de los que estamos acá al leer el libro, nos vamos a sentir reflejados en la distintas escenas que Carlos va contando, lo que fue esa desazón de los 90 en la lucha contra la impunidad, lo que significo después para esta ciudad, para la militancia, la desaparición de Miguel Bru”.
En este sentido también destacó que los juicios no son solo para obtener condenas, sino que se disputa constantemente el sentido histórico de lo que significó la historia militar en nuestro país. “Es una memoria que sirve para reflejar nuestra propia historia militante, para tener registro de los grandes logros a pesar de los obstáculos y cuáles son las estrategias que nos sirven a fututo. No es una memoria estática, es mucho más que eso”, sostuvo Guadalupe.
“La lucha de sentidos habría que darla en todos los ámbitos, entendiendo a los juicios como escenas que se disputan desde el principio al final, todo el proceso que atravesamos es parte de la pelea que estamos dando. Necesitaos implementar estrategias que nos permitan seguir con lo que falta”, concluyó la abogada.
La titular de la Asociación Miguel Bru, Rosa Schonfeld, se advirtió muy emocionada y afirmó que: “lo que más llevo en mi corazón es la lucha, la lucha por Miguel”, y continuó: “No me va a alcanzar la vida para agradecer lo que hicieron, hacen y harán desde la Facultad de Periodismo para saber dónde está Miguel”.
El libro despliega un análisis e investigación de los aspectos comunicacionales/culturales a partir del juicio a Miguel Etchecolatz, desarrollado en La Plata durante 2006. El mismo, es tomado como un acontecimiento fundante de una nueva relación entre Justicia, Cultura y Política a partir de una condena por genocidio. Desde la idea de «escenas» se abordan las significaciones y alcances de una desaparición en democracia, como la de Jorge Julio López, incluyendo una relación con la desaparición de Miguel Bru.
En este sentido, Carlos Leavi expresó: “Muchos de nosotros, estamos convencidos de que el saber y el conocimiento se producen en las prácticas sociales y culturales. Por lo menos yo no podría haber producido este material institucional, académico y epistemológico sino hubiera ido a la primera marcha de Miguel donde empapamos frente al juzgado penal pidiendo justicia. Sin esa marcha que me caló en el cuerpo y en el corazón, no hubiera sido posible producir un análisis teórico de lo que implican los juicios en la argentina”.
Leavi presentó el libro en clave de solidaridad absoluta con quienes fueron reprimidos y en solidaridad con Carlos Rozanski y todo el tribunal que está siendo amenazado. “Estas intimidaciones son por producir esas condenas y sentencias que nosotros reivindicamos y pretendemos que se multipliquen”, y añadió que: “mientras nosotros hacemos esto, hay otros sectores de la sociedad que se organizan para que nosotros no lo hagamos más. Tenemos que ser muy claros con estas luchas porque las situaciones coyunturales o las tácticas, nos permiten perder el valor de las estrategias, y ahí radican las cuestiones que nos van a permitir ir más allá”.
Del libro, se desprenden los «testimonios» como narraciones con un nuevo estatuto comunicacional y político. Se analiza la construcción cultural de los «sentidos de la justicia», como parte de las luchas contra impunidad en nuestro país en general y en la ciudad de La Plata en particular. Sentidos que, excediendo el marco del derecho, se manifiestan como batallas en el espesor de lo cultural. Lenguajes y acciones expresados en voces diversas y múltiples, en los cuerpos que «desaparecen» o en los que irrumpen para dar pelea a través de organizaciones, contra los intentos de convertir a la impunidad en elemento histórico hegemónico.
En Argentina todas las organizaciones pusieron y ponen como prioridad política los derechos humanos, la reivindicación de los compañeros que habían creado esas organizaciones. Esos chicos que habían sido los mejores estudiantes, trabajadores, lo que le habían puesto el cuerpo y la dictadura cívico eclesiástico militar se organizó para hacerlos desaparecer e instalar el neoliberalismo.
“Las organizaciones como la CTA, ADULP, ATULP, la universidad defienden a los miembros de sus espacios institucionales que fueron detenidos, desaparecidos y/o asesinados. Esto no es un salto jurídico, es un acontecimiento histórico. No es un tema de abogados, es algo de historiadores, sociólogos, comunicadores, docentes, de quienes están en las organizaciones luchando, es decir, es parte del pueblo”, sin dejar de mencionar a mujeres como “Chica” Mariani, Estela de Carlotto y Rosa Bru que han producido organizaciones a partir del dolor, de la impunidad, del despojo. “Frente al dolor, solidaridad; frente al miedo, lucha. Tenemos que reivindicar, revalorizar, estudiar e investigar el rol que han tenido las mujeres de nuestra ciudad luchando en materia de derecho humano”.
El prólogo del libro fue escrito por el juez Carlos Rozanski, quien expone que «cuando se logra desmenuzar la relación entre justicia, política y comunicación, como se pretende en este trabajo, entonces, tiemblan las corporaciones, tiembla el poder. En síntesis, peligran esos mitos que generaron dogmas y que impidieron, entre otras cosas y durante décadas, que este proceso de justicia fuera posible y que obras como la presente fueran elaboradas y afortunadamente, comúnicadas».
Entre el público se encontraba la Vicepresidenta Académica de la Universidad Nacional de La Plata, Ana Barletta; el Secretario General de la UNLP, Leonardo Gonzales, organizaciones de Derechos Humanos, docentes y militantes barriales.