El jefe de Gabinete y precandidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, sostuvo este viernes que el hecho de que los intendentes del conurbano muten del Frente Renovador a otro espacio político es “porque se van dando cuenta que esa agrupación es una fantochada”, «tienen dignidad», y anticipó que podría haber una fuga en «estampida cuando se abra la tranquera».
Lo expresó en su habitual encuentro con periodistas antes de ingresar a la Casa de Gobierno, tras ser consultado sobre la decisión del titular del Frente Renovador y precandidato presidencial, Sergio Massa, de echar al intendente de Malvinas Argentinas y aspirante a la gobernación bonaerense, Jesús Cariglino, y de acusar de “indeciso” al diputado y ex jefe comunal de Almirante Brown, Dario Giustozzi.
Para el jefe de ministros, lo que está ocurriendo con los dirigentes del Frente Renovador es “trascendente” desde “el punto de vista de la dignidad de los intendentes, porque fueron convocados a una propuesta y pueden haber creído en la misma, y a través del tiempo se van dando cuenta de que es una fantochada y no hay acompañamiento”.
Confió que había leído que el aspirante a la gobernación bonaerense, Jesús Cariglino “lo habían expulsado, echado, lo despidieron del Frente Renovador», y que a Giustozzi «lo conminaron a tomar una decisión y la realidad es que muchos me han llamado y me manifestaron su vocación de irse, me parece que va a ser una estampida cuando se abra la tranquera».
Según Fernández, lo que pasa en la agrupación política «tiene que ver con la dignidad de los intendentes, que saben que son maltratados y que están puestos en un lugar donde no son tenidos en cuenta para nada”.
Consultado sobre si la retirada de los jefes comunales del FR beneficia al kirchnerismo, respondió que “beneficia a los pueblos y son intendentes serios y trabajan bien y se dan cuenta que eligieron un camino creyendo que era el mejor y no era el correcto; eso perjudicará al Frente Renovador”.
Asimismo, consideró que “el peronismo siempre fue una puerta abierta», y se preguntó: ¿cómo me voy a enojar cuando un peronista quiere volver a trabajar con nosotros?. Sería un contrasentido».