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Por José Luis Ponsico / Pasada la hora de juego Boca Juniors se mostraba inconexo. River Plate, sin llegar, estaba compensado en el medio. Daniel Osvaldo «controlado» por la defensa rival. Los goles los hicieron quiénes ingresaron en Boca. Aciertos del director técnico local.
Antes, Rodolfo Arruabarrena puso a Fernando Gago por Andrés Chávez. Sacó a un atacante «punta punta». El zurdo ex Banfield no había hecho valer su potencia. En el primer tiempo, además, desperdició la chance más clara. En el prejuicio, Boca perdía «ofensiva». No obstante, resultó un cambio inteligente. Gago recibió tres faltas en cinco minutos y el dueño de casa empezó a controlar el juego yendo por derecha.
Hasta ahí equilibrio. Era 50% y 50% la posesión que mostraba la tevé. Pasada la hora del trámite con muchos pelotazos, sin demasiado juego asociado. En ambos equipos.
La visita hizo sus cambios. Sensación, otro «prejuicio»: Marcelo Gallardo «quiso ganarlo» con Fernando Cavenaghi y zurdo Gonzalo Martínez. No le salió al entrenador en jefe del Millonario.
Iban 70 minutos de juego y Boca empezó a «apurar». El rival perdió equilibrio. Gino Peruzzi empezó a subir más. Luciano Monzón también se «soltó» por su costado. El aliento de la tribuna creció.
Boca, por derecha, así «quería» su técnico hizo «diferencia», luego con el pibe Cristián Pavón. Otro acierto del coach Xeneixe, aunque su gol vino por el sector izquierdo tras atravesar el área. Revancha para el cordobés después del verano.
El segundo gol llegó con ingreso del mediocampista ofensivo Pablo Pérez, otro acierto de Arruabarrena. River mal parado y en cuatro minutos entre los ´39 y los ´43 del segundo tiempo, se terminó todo.
La «llave copera» quedó abierta. Gallardo había «acertado» el año pasado bajo la lluvia cuando faltando quince minutos en el Monumental mandó a Germán Pezzella a jugar de «9». Y River llegó al empate. No parece que haya grandes diferencias si se toman los últimos cuatro partidos entre ambos. La cosa es la búsqueda del error, imponderables. En la Copa Libertadores el que pase, candidato a la final.