En su exposición ante los hombres de negocios rusos y argentinos, Cristina apuntó que «es necesario redefinir el rol del Estado dentro de la economía» y puntualizó que cuando se habla de «mercado» hay que hacerlo pensando en los «consumidores, los productores, y la industria».
«La Argentina es un país donde vale la pena invertir y producir, no sólo por los recursos naturales, sino también por los recursos humanos que tenemos», manifestó la mandataria.
Tras destacar los avances en «turismo» y la «recuperación de la línea aérea de bandera que permite la conectividad entre todas las zonas del país, no sólo las más ricas», destacó también que los argentinos «tenemos el mayor ciclo de crecimiento de nuestra historia».
«Hemos ido revirtiendo el modelo económico que estamos viendo en Europa con la creencia de que el ajuste trae crecimiento. Eso es mentira, porque si no hay buen salario, no se consume, no se vende y no se produce, sobre todo cuando en el mundo no hay gran consumo», explicó.
La Presidenta analizó que «si a una restricción externa le sumamos una interna, estamos sepultando la economía, por eso la teoría del ajuste no es una solución, los ajustes generan descontento, malas expectativas e inestabilidad institucional. La Argentina tuvo cinco presidentes en una semana, en el 2001, miren si no hay consecuencias institucionales».
En otro orden, aseveró que hay “un nuevo ordenamiento económico y geopolítico” mundial que “exige una relación mucho más intensa” entre los países.
Ante el foro que se desarrolló en el hotel Four Seasons de la ciudad de Moscú y que marcó su primera actividad oficial en esta ciudad en el marco de su visita de dos días, Cristina también llamó a las naciones a “concebirse como socios” y no sólo como meros compradores y vendedores.
Por eso, pugnó por «desarrollar una teoría acerca del Estado, no del estatismo de la segunda guerra o postguerra, sino un rol del Estado que no puede dejar de ser soslayado como un actor más que importante en la economía».
«No es que uno desconozca al mercado, pero cuando uno habla hoy de mercado, habla de cuatro o cinco señores del sector financiero que deciden por la suerte de los países. Por eso, si queremos hacer capitalismo en serio, tenemos que tener en cuenta que el mercado es la oferta y la demanda, los trabajadores, los usuarios y los comerciantes. Es decir, hay que reformular las reglas que permitan evitar estas distorsiones que también suceden en el mundo de las comunicaciones», agregó.