En el garaje de esa vivienda se encontró sangre humana en una trituradora de carne que ahora será cotejada con el ADN del hermano de la argentina desaparecida, reveló el diario El Mundo.
El matutino precisó que también se halló sangre en la pared de esa habitación que fue repintada en los últimos días, además restos de lo que parecía un diente y un cuchillo ensangrentado.
Estas novedades coinciden con el relato de un vecino que vio al dueño de la vivienda donde residía la mujer, saliendo de allí con varias bolsas de basura, pocos días antes de que la familia denunciara su desaparición.
El cadáver se busca en varios basurales de la periferia de Madrid, especialmente en uno del municipio de Pinto, ubicado al sur de la capital española.
La policía, además, investiga el paradero de otras mujeres vinculadas con el dueño de la vivienda, un ciudadano español de 32 años que en el pasado estuvo internado por problemas psiquiátricos y que ahora está preso luego de incurrir en varias contradicciones durante los interrogatorios.
Una de estas mujeres desaparecidas es la tía del sospechoso, con la que vivía, y que fue la que le dejó la propiedad de la calle Sacedilla que habría sido la escena del crimen.
Según el relato del hombre a la policía, la mujer se fue a vivir a un geriátrico, pero las autoridades no encontraron a ninguna persona con su identidad en residencias para adultos mayores ni tampoco consta su nombre en el registro de fallecidos.
El diario El País indicó que hay otros tres ex inquilinos que están desaparecidos, la mayoría con el mismo perfil: mujeres solas y extranjeras.
La publicación precisó, también, que el sospechoso se mostró “frío y distante” con la policía y “se negó a facilitar la entrada y registro en la vivienda”.