El camionero Hugo Moyano, titular de la CGT opositora, encabezó una conferencia de prensa para evaluar los resultados del paro nacional para exigir modificaciones en el Impuesto a las Ganancias, aunque no pudo precisar un porcentaje concreto del acatamiento.
«No queremos hablar de los porcentajes del paro, pero fue contundente», dijo el sindicalista y pidió que “esta medida sea interpretada por quienes deben dar una respuesta legítima para este reclamo legítimo”.
A su turno, el secretario general de la CTA-Autonóma, Pablo Micheli, calificó la huelga como “histórica” y cuestionó al gobierno nacional por lo que consideró “un ajuste contra los trabajadores”.
En la misma línea, Luis Barrionuevo, de la CGT Azul y Blanca, recordó que “éste es el tercer paro contundente que realiza el movimiento obrero” y exigió el pago de “la deuda que el gobierno tiene con las obras sociales”.
El dirigente gastronómico anticipó que en el próximo Comité Central Confederal de la CGT se analizará la posibilidad de “profundizar el plan de lucha”, que contempla un paro de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo para el próximo 15 de abril.
También estuvieron presentes los dirigentes gremiales Juan Carlos Schmid, Julio Piumato y Gerónimo Venegas, entre otros. Se destacó la ausencia de los secretarios generales de la UTA, Roberto Fernández, y de La Fraternidad, Omar Maturano, representantes de los sectores que lograron paralizar el transporte público en todo el país.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dijo que la huelga de este martes tuvo “una connotación política fuerte” porque sólo «el 10%» de los trabajadores que pararon están alcanzados por el Impuesto a las Ganancias.
«Es un paro de los dirigentes sindicales ricos en contra de los que menos tienen», sentenció el funcionario.