El miércoles desde las 18, en el aula 25 del edificio Presidente Néstor Carlos Kirchner, diferentes investigadores, profesores y alumnos participaron de la jornada de intercambio acerca de los procesos latinoamericanos de comunicación, política y ciudadana. El panel se tituló “El papel de los medios comunitarios, populares y ciudadanos en contextos de transformación”.
Clemencia Rodríguez es investigadora del Departamento de Comunicación de la Universidad de Oklahoma, en Estados Unidos; Omar Rincón es docente-investigador de la Universidad de los Andes, en Colombia; y Claudia Villamayor, docente-investigadora de esta casa de estudios y directora de la carrera en Comunicación Popular. A su vez se hicieron presentes en la charla, la decana Florencia Saintout y la docente Dora Apo.
La charla comenzó con el anuncio de la apertura de la extensión áulica en Comunicación Popular en el municipio de Morón, gracias al apoyo de la intendencia y la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación. También se anticipó que del 1 al 4 de septiembre se realizará en esta facultad el primer Congreso de Comunicación Popular.
Omar Rincón dijo que invitaron a Clemencia porque considera que es la pensadora número uno en comunicación ciudadana, y que este término tiene que ver con la politización e intervención en los espacios públicos.
Rodríguez agradeció la invitación y comenzó su ponencia presentando, a través de la plataforma “Prezi”, sus trabajos de campo acerca de los medios y cambios sociales.
Planteó el término “margen” asociándolo a la “marginalidad”, para repensar que quiere decir en términos de comunicación, y sostuvo que es “un espacio donde hay desigualdades de poder e inequidades en el acceso al lenguaje y las tecnologías”. Se refirió a que tiene que ver con lo que pasa con la margen y no con el centro.
”Desde el `60 hay una pelea sobre qué es lo que pasa ahí. Como nombrarlos, si son medios libres, o comunitarios, o alternativos. Un alumno mío francés hizo una tesis y encontró 38 términos diferentes para nombrar lo mismo. No hay que hacer una competencia, sino que hay que pensar que quizá, si hay tantas formas de nombrarlos, es porque lo necesitamos”, concluyó.
Por medio de la plataforma, hizo un recorrido de los trabajos en diversos territorios y cómo es que utilizan estos medios para narrar su forma de vivir y mostrarse como ellos quieren.
Asimismo, expuso las diferentes marginalidades, geográficas, culturales, sociales, mediáticas y económicas. Mostró sus trabajos de campo, expuso lo hecho en Pasolini en Medellín, dónde un joven en vez de tener un arma tiene una cámara, y ese precisamente es el mensaje y lo que él produzca es un pretexto.
Otro realizado en la Escuela Audiovisual de Belén de los Andaquíes, en la que se trabajo sobre el estigma hacia los cocaleros. Mostró un video en el que chicos hacen las cosechas, luego la venden, con esa plata van a comprar la comida y así es todos los días de su vida. Usan los medios para construir representaciones diferentes a la que los medios masivos usan para narrar a su comunidad.
Expuso lo hecho en Zucotti Park-Occupy en Manhattan en Estados Unidos. “Éste tiene que ver con una marginalidad política, mediática”, sostuvo. Allí debido a la prohibición de utilizar tecnologías de amplificación sonora, debido a su contaminación, retoman una práctica de los `80 que es el micrófono humano. “Todos repiten, para ampliar el círculo concéntrico, para que todos y todas puedan oír”, explicó.
Por último, retomó los ejemplos de la primavera árabe para explicar que no era un fenómeno de las redes sociales sino que tenía una historia de lucha detrás y las experiencias de sus alumnos en Oklahoma entorno al aborto. Desarrollo las diferentes estrategias de comunicación que utilizaban en diferentes contextos, y enfatizó que “cada medio fue utilizado para combatir una marginalidad especifica”.
En conclusión, manifestó que “comprender como se usan los medios en diferentes contextos de marginalidad implica, tener en cuenta a los comunicadores locales. Estudiar cada uso de los medios en su contexto histórico implica aceptar y aprender fluir en la complejidad”, y cerró con la necesidad de “mantener la idea de ecologías mediáticas o rizomas comunicativos”.
Al finalizar la ponencia, Villamayor se centró en la Argentina y en “el carácter preformativo de entender la comunicación, no solo de la tecnicatura sino también de la facultad”. Realizó un recorrido de aquellos autores que no eran reconocidos en la universidad, en comparación a otros, y que en la actualidad estamos en un lugar diferente. Concluyó que el divorcio entre la teoría y la práctica duró 20 años, y lo que pasó en esta facultad, que se apoya en Rodolfo Walsh como un modelo de comunicador, marca en qué lugar estamos, porque estudiar medios populares se hizo curricular. Por último, agradeció a que “esta facultad te decía andá, recopilá las experiencias, pero traelo acá”.
Por su parte, Rincón dijo que “lo que sabemos, lo sabemos entre todos, pero no lo hemos leído. Politizar en las redes sociales es como el polinizar en las abejas”. A su vez, dejó la reflexión de si “hacemos comunicación para quedarnos en el margen o queremos meternos en el centro. Si simplemente nos quedamos en el margen o queremos ingresar al centro”.
Por eso, “la lucha no es solo de contenido sino de estética y de formato, tengo que producir otra estética, otra manera de contar. Otras narrativas para entender que hay otro popular que tiene que aparecer”. Hay que “recuperar para la popularidad, la autoestima de poder salir en un pantalla, nosotros también podemos estar ahí y la lucha se hace en la producción de mensajes”, ya que “lo popular solo tiene sentido desde lo colectivo”, más allá de que “la industria ha privatizado lo colectivo desde las redes sociales”.
Al finalizar las exposiciones e intervenciones de los docentes presentes, Saintout agradeció profundamente a los compañeros por haber participado e hizo hincapié en este momento que se está viviendo en América Latina. Se refirió a la necesidad de discutir estas cosas a estas horas, ya que la charla terminó a las nueve de la noche, y cerró diciendo que el estudio de la comunicación popular emerge por la necesidad de sus pueblos y el contexto que se vive.