Por Fernando M. López / La Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, la misma que demostró que definitivamente “la Patria es el Otro” durante los peores momentos de la inundación de La Plata, cuando Cristina Fernández de Kirchner acuñó aquella consigna movilizante; que advirtió sin pelos en la lengua sobre los intentos golpistas de fiscales opositores y medios hiperconcentrados; que el domingo pasado marchó junto a cientos de miles de argentinos y argentinas hasta las puertas del Congreso para respaldar a la Presidenta; busca ahora profundizar lo que la decana Florencia Saintout define como “la epistemología del barro”.
Producir, democratizar y poner en tensión saberes académicos desde una “epistemología del barro” implica una clara toma de posición contrahegemónica, a contracorriente de “la cultura del laboratorio aséptico, donde no hay gérmenes que contaminen ni infecciones”.
“Tomar posición por/en los olvidados no será sin costo. Es imposible no ensuciarse si hablamos desde el barro”, sostiene Saintout.
Otras propuestas teórico-prácticas van en el mismo sentido, como el modelo Intencionalidad Editorial, surgido desde esta misma facultad y aplicado en esta agencia periodística, tanto en la producción de contenidos que hacen explícita su necesaria toma de partido, como en el análisis de las redes culturales y mecanismos de creación de sentidos de los medios concentrados, poniendo en jaque la falacia del llamado “periodismo independiente”.
En un encuentro realizado ayer con los titulares de cátedra, adjuntos y jefes de trabajos prácticos de la Facultad de Periodismo, la decana trazó los lineamientos estratégicos de la unidad académica en un año electoral en el que está en juego la continuidad del proyecto nacional y popular.
“Nosotros tenemos una tarea inmensa en el territorio de la cultura, que es mucho más que lo simbólico”, dijo Saintout y convocó a los docentes a “seguir corriendo el riesgo de que el prestigio personal sea puesto al servicio de una causa”.
“Es importante que todo lo que se produce en una universidad pública vaya a los currículums personales de cada uno de los investigadores, pero nos parece mucho más importante que esas producciones formen parte del debate del pueblo argentino”, subrayó.
De esta forma, la Facultad se propone dar la pelea por la emancipación colectiva en diversos frentes, dentro y fuera de la academia: en las aulas, en otras facultades y universidades, en los medios, en las plazas y en los barrios, donde Periodismo articula con más de 200 organizaciones políticas y sociales.
“Tenemos que reinventar nuevos medios y aprovechar los que tenemos”, dijo la decana al poner como ejemplo Radio Universidad y TV Universidad de la UNLP. También anunció que en las próximas semanas se lanzará un periódico digital, que más adelante tendrá su versión en papel con distribución en todo el país.
Uno de los ejes será la defensa de las conquistas en materia de educación, frente a los candidatos opositores que plantean volver atrás y voces hegemónicas que les dictan el libreto al minimizar la creación de nuevas universidades, el aumento sin precedentes del presupuesto educativo, las mejoras en infraestructura o la repatriación de científicos.
La propia Facultad de Periodismo es un buen ejemplo de algunos de esos logros con la inauguración en 2007 de su edificio “Presidente Néstor Kirchner” y las nuevas obras que se completaron años después, tanto en esa unidad académica como en otras de la Universidad Nacional de La Plata. Ahora se iniciará la tercera etapa en Diagonal 113 y 63 para construir un auditorio con capacidad para 500 personas, la ampliación de la Biblioteca y un Museo de Periodismo.
Pero no sólo se trata de defender lo logrado, sino de incidir en la agenda para discutir lo que falta: “Queremos tomar una palabra pública que nos comprometa hacia adelante y que también comprometa a otros. Tenemos una responsabilidad al respecto porque nada del mundo que nos rodea puede sernos indiferente. Las entrañas de la historia nos están tocando y llamando todos los días”, señaló Saintout.
Las palabras de la decana resonaron fuertes en el aula anfiteatrada “Rodolfo Walsh”, un espacio cargado de mística. “Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra”, puede leerse en una de las paredes del lugar. Esa frase de Walsh no está ahí por casualidad, es una idea que se pone en práctica en la formación y que marca el avance de una facultad que concibe la política como herramienta de transformación.