La testigo que estuvo en el departamento de Nisman luego de su muerte y fue tapa de Clarín denunciando supuestas irregularidades en la escena de parte de la fiscalía ayer declaró durante más de tres horas ante Viviana Fein y su testimonio ya tiene versiones cruzadas.
Por su parte, el abogado de Natalia Fernández reafirmó hoy: «Ella ratificó sus dichos». Y luego, con dudas, dijo el letrado Sebastián Smoler: «Yo no tuve acceso a la declaración exacta. Me dijo ella por mensajes que ratificó todo lo que había contado en el diario. Si después ella adentro se desdijo de algunas cosas, no lo sé».
Según fuentes judiciales revelaron al diario Tiempo Argentino, Fernández admitió ayer no haber dicho la verdad en varios de los puntos centrales de su declaración ante los medios, y relativizó parte de la información que brindó al recibir aclaraciones de cuáles eran los procedimientos de los que realmente había participado. Confesó que no se movió del sillón donde estuvo junto a un prefecto durante toda la noche y «recordó» que fue al baño de servicio una vez que los peritos habían extraído todas las muestras necesarias y el lugar fue habilitado para su uso.
La joven que fue testigo ocasional del operativo montado en el edificio Le Parc cuando fue hallado el cadáver del fiscal Alberto Nisman. La camarera de 26 años se presentó ayer Fein citada para que ratifique bajo juramento que vio irregularidades, tal como les contó a los periodistas de Clarín y radio Mitre, de la misma empresa de medios.
Su declaración fue presenciada por los abogados de Sandra Arroyo Salgado –el defensor oficial– y por los del informático Diego Lagomarsino –Maximiliano Rusconi–. Según Tiempo Argentino, la joven rectificó sus dichos acerca del horario de salida del cuerpo de Nisman del departamento y reconoció que fue pasadas las 5:30 de la mañana del lunes, en lugar de a las 3 como había declarado ante la prensa. Del mismo modo, no hizo ninguna mención a haber presenciado que se comieran medialunas por parte de los funcionarios presentes, aunque se desconoce si se le preguntó acerca del presunto manoseo de un celular de Nisman que estaba vibrando y que supuestamente fue tocado por una agente.
Uno de los puntos centrales que fue desmentido fue el hecho de que Fein le hubiera mostrado una bolsa del plástico con cinco casquillos de bala, hecho que Fernández reconoció que no había sido de esa forma y que, desde el sillón en donde ella estaba, a la fiscal solo la vio pasar. Además, negó que hubiera visto a gente subrayando papeles que se encontraban sobre el escritorio del fallecido fiscal, sino que cuando fue preguntada por este tema, afirmó que a la que vio fue a la fiscal tomar notas, en relación a colocar la documentación encontrada en folios para su conservación en la causa, tal como ocurrió con el borrador de la denuncia de Nisman encontrado en el tacho de la basura del departamento.
Sus declaraciones públicas habían causado gran conmoción y habían planteado la discusión acerca de las posibles irregularidades en el operativo inicial, algo que Fein no tardó en desmentir, además de dejar trascender cierta intencionalidad en las revelaciones que fueron realizadas en sendas entrevistas. En ese sentido, la joven confirmó parcialmente sus dichos entonces: estuvo tirada en un sillón y usó el segundo baño del departamento, pero luego de que se hubieran preservado las pruebas del lugar. Sobre ese punto, trascendió que la joven habría dicho que como no conocía los términos de una declaración podría haberse equivocado en algunos puntos.
El abogado de ella, hoy manifestó: «Cuando yo estuve con Natalia por primera vez, estaba con mucho miedo. Ella no buscó a la prensa, la prensa la buscó a ella».