Al encabezar un acto en el salón de las Mujeres del Bicentenario, en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner adelantó que la ayuda escolar de este año aumentará un 37,25 por ciento.
La cuota ascenderá de 510 a 700 pesos, beneficiando a 3.227.000 niños y a 2.016.800 familias. A partir de la nueva ley de obligatoriedad, la ayuda alcanza a los chicos de la sala de cuatro años, por lo que se han “incorporado a 177.000 argentinitos”, según precisó la Presidenta.
Cristina agregó que el gobierno nacional sigue “dando cobertura a todos los niños y a la educación porque es un instrumento fundamental para la formación de los argentinos”.
En este sentido, anunció además la segunda etapa de un plan educativo, con una inversión de 1.500 millones de pesos, para la construcción de escuelas, grandes refacciones e infraestructura recreativa.
Cristina recordó que la primera etapa de este plan se anunció el 15 de diciembre pasado y ya se están construyendo 41 playones deportivos en diferentes municipios y provincias, además de 150 obras en ejecución de nuevas escuelas y grandes refacciones por 600 millones de pesos.
Por otro lado, la jefa de Estado rechazó las críticas que desde algunos sectores industriales se formularon en relación al acuerdo con China y aseguró que “un gobierno siempre ha defendido el trabajo argentino se merece algo de crédito”.
“¿Alguien puede dudar de nuestra vocación de defender el trabajo de los argentinos? No vamos a perjudicar la producción con el acuerdo que firmamos con China”, señaló al hablar en cadena nacional.
También aclaró que “se trata del acuerdo de inversiones de país a país más grade de la historia nacional” y que los sectores que se oponen, lo hacen “por razones ideológicas”.
“El ministro Axel Kicillof firmó en China un importante acuerdo en donde se contempla la represa hidroeléctrica El Tambolar, de la cual Techint es quien va a construir la obra. Los representantes de esa empresa fueron los que impulsaron un documento contra los acuerdos con China. Uno siente muchas veces como que está arando en el mar”, señaló.
Luego dijo no querer “involucrar a toda la UIA, porque sé que hay muchos que defendieron los acuerdos”, pero “cuesta comprender que se escupa el asado. No lo entiendo. Acá hay intereses no económicos, sino políticos para enfrentar a un Gobierno”.
En este marco, la presidenta afirmó que uno de sus «orgullos más grandes» es «haber hecho realidad el sueño de millones de argentinos», que es «la reindustrialización de la Argentina, que había sido arrasada por el neoliberalismo» y por «el desmantelamiento progresivo e inexorable del estado» desde 1976.
Al destacar otros de los logros de este gobierno, sostuvo que nuestro país “es uno de los cinco países de todo el mundo que ha logrado bajar su ratio de deuda y hoy lo tiene en negativo».
«El mundo debe tres veces más de lo que produce. Ha sido mucho más grande el crecimiento de la deuda que el de la actividad económica», remarcó la mandataria desde el Salón de las Mujeres Argentinas, tras lo cual se refirió a un estudio realizado en Estados Unidos que, en contra de la tendencia global, Argentina logró llevar a niveles negativos la relación de la deuda externa y el PBI.
Hacia el final de su discurso, reclamó a «todos los candidatos a presidente» exhibir sus declaraciones juradas de los últimos 15 o 20 años «porque eso contribuiría a la transparencia que tanto se proclama y tan poco se cumple».
Tras repudiar el ataque de los fondos buitre contra funcionarios nacionales, Cristina aseguró que “Argentina no es el corral de nadie, no es el patio trasero de ningún país».
“Los argentinos son gobernados por los argentinos. No somos un país de cuarta ni una republiqueta bananera y no toleramos presiones de ningún tipo”, concluyó.