La búsqueda del ex policía Ángel Borile, que asesinó a tiros a su ex esposa y a un escribano el 4 de diciembre en Ituzaingó, resultó un fracaso. Por eso ahora el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa para quien aporte datos concretos para dar con el prófugo.
El monto de la recompensa va desde los 50 mil pesos hasta los 150 mil.
«Las personas que quieran aportar la información requerida deberán presentarse ante los fiscales generales de Cámara de los distintos Departamentos Judiciales de la Provincia, la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 10 del Departamento Judicial Morón, o ante la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas», informó el Ministerio en un comunicado que se difundió el fin de semana.
Sin piedad
Apenas habían pasado unos minutos de las 15:30 del jueves 4 de diciembre, cuando la oficial subinspectora de la Bonaerense Viviana Valeria Gómez, de 39 años, que había sido madre diez días antes, se encontró con su ex marido, Ángel Borile –un teniente de la policía de 41 años, que estaba de licencia médica–, para realizar los trámites de división de bienes en la escribanía de Néstor Darío Rombolá, en Rondeau al 100, en Ituzaingó.
Antes de entrar, Borile comenzó a golpear a la mujer. En ese momento un vecino que pasaba por ahí le reprochó la acción, aunque luego se retiró. Según se desprende de las imágenes de las cámaras de seguridad y del relato de testigos, la pareja ingresó a la escribanía donde Borile siguió con las agresiones contra su ex. Rombolá intentó calmarlo y fue entonces cuando se desencadenó la masacre. Borile sacó un arma y le disparó dos veces al escribano, quien cayó muerto en su oficina.
Gómez intentó huir corriendo, y Borile la siguió. Desencajado, le disparó ocho veces. La mujer se desplomó en la vereda y murió.
El efectivo se subió a su Volkswagen Suran de color gris metalizado que había dejado en la puerta de la escribanía y escapó. Pero a las dos cuadras lo abandonó. La policía fue a buscarlo a la casa de su padre y a la suya, pero no pudieron dar con él.
Al día siguiente, el fiscal Marcelo Tavolaro ordenó la captura internacional, ante la sospecha de que podría fugarse del país.
A Borile lo acusan de los delitos de «homicidio calificado por ser cometido para facilitar y consumar otro delito del que resultó víctima Néstor Darío Rombolá, homicidio calificado por haber sido cometido contra una persona con la que mantuvo una relación de pareja anterior de la que resultó víctima Ivana Valeria Gómez y portación ilegal de arma de guerra todo en concurso real entre sí». En un eventual juicio oral podría ser condenado a la pena de prisión perpetua. Eso sí, antes tienen que encontrarlo.