La Argentina es uno de los pocos países del mundo que redujo su deuda externa en relación al PBI en los últimos siete años, es decir, desde que comenzó a desencadenarse la crisis internacional consecuencia de la burbuja de hipotecas en Estados Unidos. Este análisis lo consigna un informe elaborado por la consultora MCKinsey que publicó ayer el Financial Times.
Allí se advierte que la Argentina redujo la deuda total en relación al PBI en 11% en dicho período, mientras que países como Brasil la aumentaron en 27%; Grecia, en 103%; e Irlanda en 172 por ciento.
Entre los países desarrollados, se observa que Francia y Reino Unido elevaron su ratio deuda-PBI en 66% y 62%, respectivamente; España lo incrementó en 72%; China, en 83%; Rusia lo hizo en 19% y Estados Unidos en un 16%; por mencionar algunos países.
El trabajo hace foco en que la deuda global aumentó 57 billones de dólares desde 2007 a casi 200 billones de dólares, lo que superó ampliamente lo que produjeron esas mismas economías.
En consecuencia, la deuda externa mundial pasó desde un 270% al 286% del producto mundial en el período 2007-2014.
En general, la deuda en relación al producto interno bruto es ahora más alta en la mayoría de las naciones de lo que era antes de la crisis, según el informe de la consultora McKinsey.
«Los niveles más altos de deuda plantean preguntas acerca de la estabilidad financiera», sostiene el artículo del Financial Times.
La encuesta de McKinsey de la deuda toma como referencia a 47 países y el Financial Times efectuó con la misma un gráfico interactivo, en donde puede observarse la deuda pública de los países y la privada, y se puede a la vez desagregar la deuda del sector financiero.
Según el FT, el informe insta a «nuevos enfoques» a la prevención de futuras crisis de deuda.
«Hay pocos indicios de que la trayectoria actual de creciente apalancamiento va a cambiar», advierte el informe que, según el FT «es problable que alimente debates entre los economistas acerca de lo que es un nivel apropiado de deuda en una economía».