Luego de hacerse esperar durante varias horas, el futuro primer ministro de Grecia habló frente a una multitud exultante en la plaza de la estación de subte, Panepistimio, frente a la Biblioteca Nacional y la Universidad de Atenas, en el centro de la capital.
El dirigente fue contundente y aseguró que la voz del pueblo griego convirtió en «pasado» a la troika de acreedores, compuesta por el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Esta troika definió en gran parte los ajustes y la política neoliberal de los gobiernos de Atenas en los últimos cinco años.
Pese al masivo apoyo que recibió y a sabiendas de que aún no tiene una mayoría absoluta garantizada, Tsipras dijo que sabe que el electorado no le dio un cheque en blanco, «sino un mandato para reorganizar el país», según reprodujo la agencia de noticias EFE.
Fiel al tono conciliador que intentó mantener dentro de Grecia, Tsipras sostuvo que no hubo «ni vencedores ni vencidos» dentro del país.
«Hoy sólo perdió la Grecia de los oligarcas y de los corruptos», dijo Tsipras, quien afirmó que «hoy ganó la Grecia del trabajo, del conocimiento y de la cultura».
Con más del 60% de los votos escrutados, Syriza está a dos bancas de obtener una mayoría absoluta en el próximo Parlamento, que le permita gobernar solo y enfrentar con soltura a la troika europea de acreedores.
«El nuevo gobierno negociará con nuestros socios europeos», prometió Tsipras, quien afirmó que presentará su propio plan de reformas «sin nuevos déficit pero tampoco sin un superávit irrealizable».
«El nuevo gobierno desmentirá a todos los que ven destrucción -dijo Tsipras-. No habrá desastre, ni tampoco sumisión. Nuestro objetivo desde el primer día es restablecernos de las consecuencias de la crisis».
«Pero antes que todo, el pueblo debe recobrar su dignidad, el optimismo, la sonrisa…ese es el mensaje primordial», concluyó el dirigente que enfrentó una fuerte campaña de miedo, impulsada por el establishment político y financiero europeo, desde Bruselas y Alemania.
Tsipras también aprovechó su discurso de victoria para recordar a sus aliados en Europa que también luchan por romper con el establishment político de sus países y poner fin a la doctrina neoliberal impuesta por la Unión Europea.
«Nuestra victoria es también la victoria de todos los pueblos de Europa que luchan contra la austeridad que destruye el futuro», sentenció el nuevo líder de Grecia.