Télam confirmó, en base a registros oficiales, que efectivamente el vehículo de alta gama pertenece a esa empresa propiedad de Fabian Aníbal y Claudio Alejandro Picon, y cuyas oficinas comerciales se encuentran en Paraná 244.
Los hermanos Picon son socios comerciales de Eugenio Eduardo Ecke en otras dos empresas, llamadas Starpack y Easypack, de acuerdo también a registros.
Ecke, sin embargo, está vinculado con Frank Holder, un ex agente de la CIA que actualmente tiene una empresa de seguridad privada -es decir, una agencia de detectives- llamada Kroll, y que opera en Estados Unidos y Latinoamérica.
Ecke está señalado como el operador local de Holder, así como Jefe de Seguridad de la empresa Exxel Group, que se quedó con las firmas de Alfredo Yabrán luego de su muerte. De hecho, fue vinculado en 1997 con el asesinato de José Luis Cabezas en 1997.
Mediante la empresa de seguridad de la que es principal ejecutivo, de nombre Segar, está sospechada de su vinculación con Ciro James, imputado por la causa de las escuchas ilegales durante la gestión macrista, que causalmente pinchó los teléfonos de Sergio Burstein, de la asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA.
La vinculación entre la CIA, la causa AMIA, las escuchas ilegales del macrismo, el caso Cabezas resultan sospechosas, más si el protagonista, Eugenio Eduardo Ecke, es dueño también de una empresa que fabrica moños como Starpack.
Resta la pista de los Picón, con quienes Télam intentó comunicarse infructuosamente.