El único detenido por el caso de la adolescente Lola Chomnalez, encontrada asesinada el martes en el balneario uruguayo de Barra de Valizas, dijo hoy que «están buscando un chivo expiatorio» y que a la víctima «no la conocía».
«No conocía a nadie, soy pescador y vivo bien, tranquilo», afirmó el hombre que este domingo fue llevado a declarar esposado ante la jueza Marcela López.
Según el detenido, los investigadores «están buscando un chivo expiatorio» y al momento de la desaparición él estaba en su casa.
«Tengo hijos, familia, estaba en mi casa», acotó brevemente el sospechoso antes de ingresar al edificio del juzgado uruguayo.
Este hombre, de unos 35 años, es oriundo de la localidad de Castillos, en el departamento de Rocha, y se dedica a trabajos zafrales. Su detención se produjo porque fue mencionado por otros testigos en declaraciones ante la jueza.
Además, fueron interrogados por la Policía una turista francesa, un hombre que conoce al detenido y otro vecino de Valizas que, junto a su hijo, fue quien encontró el cuerpo de Lola.
En el marco de la investigación, se hicieron análisis de ADN y peritajes a teléfonos tanto de la víctima como de los sospechosos que estuvieron detenidos, entre ellos su madrina, Claudia Fernández, el esposo de ésta, Hernán Tuzinkevich, y el hijo de 14 años del hombre.
Todos declararon que vieron a la joven por última vez el domingo después de almorzar cuando Lola dijo que se iba a caminar por la playa, aunque algunos testigos desmintieron sus dichos.
El abogado de la familia de la víctima, Jorge Barrera confirmó que la noche del sábado la chica asistió con ellos a un toque de tambores en la plaza de Valizas, por lo que una de las líneas de investigación que se maneja, fuera de la que involucra al entorno de la madrina, es que allí pudo ser vista por alguien que luego la atacó.