Para la jueza penal Marcela López, el caso de Lola, la chica de 15 años asesinada en Valizas, Uruguay, tiene hasta ahora dos sospechosos: la madrina y su esposo. Es por una serie de inconsistencias y contradicciones en sus declaraciones ante la Justicia. Aunque el vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Raúl Oxandabarat, aclaró a Infojus Noticias que todavía no hay elementos para dejarlos detenidos. «Son dos los sospechosos. No se ha logrado dilucidar esas contradicciones pero tampoco se avanzó más en la investigación. Hay que buscar por otras vías», agregó el funcionario judicial. En el caso interviene la fiscalía de Rocha, a cargo de Soledad Barriola. Así informa este viernes Infojus Noticias, a través de una nota de Natalia Biazzini.
La misma continúa: La Justicia tratará de reconstruir por qué la víctima decidió irse a caminar sola, qué la llevó a tomar esa decisión. Es para establecer nuevas pistas de trabajo. Por eso, la jueza pidió una autopsia psicológica de Lola, lo que significa presuponer lo que pensaba en las últimas horas de vida, y pericias psicológicas al matrimonio. Ante la jueza, los dos indagados tuvieron que responder qué hacían y dónde estaban en el momento que desapareció la joven.
-¿Las contradicciones tienen que ver con los horarios?- preguntó Infojus Noticias.
– Puede ser- respondió el vocero, que aclaró que no cuenta con el listado de inconsistencias y contradicciones de las personas implicadas. Esa información está en poder de la jueza y de su equipo, que no lo ventilará para no entorpecer la investigación. En un marco de hermetismo, el funcionario judicial agregó que la jueza cuenta con más información de las pericias forenses pero que tampoco lo filtrará a la prensa por ahora. Un tercer indagado fue el hijo del matrimonio, de 14 años. El vocero contó que se lo llamó a declarar porque «es un testigo privilegiado que conoce la interna familiar».
Respecto del cuerpo, Oxandabarat dijo que estaba enterrrado cuando lo encontraron el martes pasado por la tarde, a 400 metros de la casa donde veraneaba. Dijo que la chica murió por asfixia y que en la desesperación por respirar aspiró arena que le llegó a los pulmones. También informó que la joven tenía heridas cortantes en el cuello y en el brazo, pero que eso no fue el motivo de su muerte.
Además del matrimonio, estuvo detenido durante unas horas un joven dueño de un cyber café de la zona. Es que de una de las computadoras de su local salió un mensaje que decía que la joven estaba muerta. Ante la Justicia, el joven negó haber mandado ese mensaje y la jueza entendió que no había pruebas para determinar que haya sido él el autor del texto.
En el allanamiento a la casa de veraneo de la madrina, se incautaron los teléfonos celulares de Lola y del marido de la mujer. La jueza pidió el registro de llamados y mensajes de los últimos días. «Hasta esta mañana, esos resultados no estaban en el juzgado. Se esperan para el lunes», agregó Oxandabarat que está en continuo diálogo con la magistrada.
En la denuncia, la madrina dijo que la chica había salido a caminar con su mochila de color rosa. Horas después un testigo declaró en la Justicia que vio caminar a una adolescente y dio una descripción «más o menos parecida» a Lola y que llevaba una mochila «más o menos parecida» a la que tenía la joven. Para el vocero de la Corte Suprema «no hay evidencia de que este hombre haya visto a Lola» como tampoco que la joven «haya salido con su mochila», más que la declaración de la mujer. La mochila nunca apareció.
En las últimas horas, el comisario jefe de Investigaciones de Rocha, Ruben Olivera, informó que se armaron distintos equipos de policías que empezaron a hacer un rastrillaje en Valizas. Persiguen datos de cualquier tipo que ayuden a dilucidar el caso, también buscan la mochila.
En Uruguay la Justicia funciona a través del sistema inquisitorio, es decir, que es el juez el que investiga en la primera etapa del expediente. Es el director el proceso, mientras que el fiscal sigue de cerca todo el proceso y puede pedir pruebas si lo considerara necesario. Cuando el juez termina de recolectar todos los elementos, se los presenta al fiscal, que los analiza y decide si hay fundamentos para procesar a las personas sospechosas.