Por Juan Russo / “Ferrer fue un guía en mi vida, él fue quien me crió, su muerte es algo muy profundo. Más que un poeta, Ferrer era un padre para mí, un amigo, una persona que tuve al lado desde los 8 años, cuando me escribió el tango, hasta los 22. Siempre corrí atrás de él”, sostuvo Pablo González, el popular Chiquilín de Bachín, en diálogo con esta agencia.
Horacio Ferrer falleció ayer a causa de un paro cardiorrespiratorio mientras se encontraba internado en el Sanatorio Güemes de la Capital Federal. A los 81 años, el histórico compositor uruguayo -luego nacionalizado argentino- se desempeñaba como presidente de la Academia Nacional de Tango, tras haber revolucionado el tango argentino junto con Astor Piazzolla.
Pablo González es quien inspiró de niño a Ferrer para componer la histórica obra “Chiquilín de Bachín”. Luego del fallecimiento del compositor, remarcó: “Se nos fue una gran persona, un gran tipo y, por sobre todas las cosas, un gran ser humano. Es lindo saber que los argentinos siempre tendremos todo lo que nos queda de él; esas grandes letras que hizo, no sólo Chiquilín, sino también Balada para un loco. Horacio tenía infinidad de temas, se lleva el respeto de toda la gente del tango y de la cultura popular”.
“Me quedo tranquilo porque se va en paz. Todo lo que el quiso hacer lo hizo, vivió muchas cosas. Horacio, junto con Piazzolla, cambió la historia del tango argentino. Fueron los revolucionarios, con sus letras y su música”, agregó.
Luego de varios años, González analizó lo que le refleja hoy en día la letra del tango que el emblemático compositor le dedicó. “Todavía me sigue trasladando a esos momentos, esa es mi historia y siempre la tendré reflejada en esa mágica canción. Anoche, cuando me enteré de la partida de Horacio, me acordé de mi vieja, de mis hermanos, de todas las cosas que viví junto a él, andando por ahí, llevo un recuerdo muy hermoso de esos días”, señaló.
Actualmente, el Chiquilín trabaja en el Centro Cultural Padre Mugica de Banfield, espacio que impulsa Gabriel Mariotto. Al respecto, González destacó que “mantiene una fuerte ideología peronista”, y se ve “sumamente reflejado con las políticas del Vicegobernador de la Provincia”.
“Nunca supe si Horacio era peronista, aunque siempre fue un tipo muy respetado por el peronismo. Chiquilín de Bachín tiene mucha fuerza y está repleto de significado político. Ferrer nunca me dijo de qué partido era, pero siempre se vio reflejado en las masas y los trabajadores. Él, bromeando, me decía que yo era un negro peronista y nos reíamos juntos”, concluyó.