El magistrado evitó referirse al valor probatorio de los testimonios para no incurrir en prejuzgamiento, no obstante dijo que escuchar los relatos de los testigos “siempre crea una situación emocionalmente compleja y dura, pero ese es nuestro oficio, estamos preparados a partir de la experiencia para llevarlo adelante”.
Con cuatro juicios por delitos de lesa humanidad que tuvo que presidir, Díaz Gavier resaltó que la megacausa La Perla tiene una “significación enorme, porque se trata de la reconstrucción de un dramático período de nuestra historia a partir de ver uno por uno los hechos que ocurridos a más de 900 víctimas”.
En declaraciones a Télam, el magistrado detalló que el pasado 4 de diciembre se cumplieron dos años de iniciado el proceso de enjuiciamiento que, a su entender, “es el más importante desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, por la gravedad de los hechos que estamos juzgando y porque es el juicio más grande que hay en este momento en el país”.
Con 26 causas acumuladas, 50 imputados y más de 900 testigos citados, de los cuales ya declararon casi la mitad, Díaz Gavier sostuvo que “es una tarea enorme, compleja y que requiere mucho cuidado porque también hay que cuidar la situación de los testigos que no se pueden revictimizar, de familiares que han sufrido las consecuencias de estos hechos durante muchos años”.
El proceso “lo estamos llevando adelante con mucho esfuerzo pero con mucha prolijidad, de manera tal que vamos a llegar, quizás el próximo año, a una resolución de sentencia en base a los hechos acreditados” a lo largo del debate oral y público, añadió.
“La existencia de un terrorismo de Estado, a través de un plan sistemático de eliminación de supuestos enemigos determinados por quienes entonces detentaban el poder, ya está acreditado en juicios anteriores que este mismo Tribunal viene haciendo desde el 2008”, recordó.
En ese contexto, dijo que lo que acá se está juzgando es si los hechos relatados y documentados en esta veintena de causas fueron parte de ese plan sistemático “proyectado y bajado de las más altas esferas del entonces gobierno de facto y determinar quiénes fueron los responsables que lo ejecutaron en cada uno de los lugares”.
Asimismo, manifestó que no pierde las esperanzas de que “en el curso del juicio se produzcan revelaciones que puedan servir al esclarecimiento por lo menos de algunos de los hechos que estamos juzgando”.
Sobre esa posibilidad mencionó particularmente las excavaciones que se realizan en las adyacencias del ex centro clandestino de detención de La Perla, lugar donde se habrían enterrado cuerpos de secuestrados, torturados y fusilados.
Finalmente, no descartó la posibilidad de que en el curso del proceso del juicio se incorporen nuevos expedientes de causas que están en instancia de instrucción.
El próximo miércoles 17 será la última audiencia de este año y se establecerá un cuarto intermedio hasta los primeros meses del 2015.
El juicio de megacausa La Perla tiene como principal imputado al ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, y los principales hechos que se juzgan ocurrieron entre 1975 y 1976 en los ex centros clandestinos de detención de La Perla, La Ribera y el Departamento de Informaciones Policiales.