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Durante la última dictadura, el Rey Juan Carlos de España condecoró a 56 militares y civiles que integraron el régimen que en Argentina desató la mayor y más sangrienta represión de su historia. Fueron distinguidos los dictadores Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Reynaldo Bignone, entre otros, y las distinciones nunca les fueron retiradas.
España es el país que más condecoraciones otorgó a la dictadura y ninguna fue revocada a pesar de que muchos de los homenajeados fueron condenados por graves violaciones a los Derechos Humanos.
Así lo consignó el portal español Público.es a partir de documentos diplomáticos en los que se destaca la distinción al entonces dictador Jorge Rafael Videla y a su comitiva, de visita oficial en el país europeo. En noviembre de 1978, después del Mundial de Fútbol, Videla recibió de manos del propio Rey de España el Collar de la Orden de Isabel la Católica, la mayor distinción de esa orden para «aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional».
El collar es habitual que se le otorgue a los mandatarios que visitan España. Ese mismo año lo recibieron los presidentes de Panamá, Colombia y Perú, y lo hicieron luego presidentes constitucionales argentinos: Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Cristina Fernández.
El Estado español nunca le quitó la distinción a Videla y el dictador pudo lucirla hasta su fallecimiento en 2013, condenado por delitos de lesa humanidad, según remarcó el matutino Tiempo Argentino.
Otros de los jerarcas de la dictadura homenajeados por España fueron Massera, jefe de la Armada, a quien se le otorgó la Gran Cruz del Mérito Naval con Distintivo Blanco al igual que su sucesor, el vicealmirante Armando Lambruschini y al también vicealmirante Antonio Vañek.
Además de los militares, muchos civiles recibieron los honores del Estado español, principalmente personal de la embajada argentina en ese país, como Juan Bautista Vilarullo, Omar Ricardo del Azar Suaya o Francisco Villamil, o Julio César Carasales, embajador de la dictadura en la OEA.