Los manifestantes se enfrentaron a los uniformados parapetados en las principales intersecciones de la ciudad, rompieron ventanas y prendieron fuego a dos autos policiales, destaca la versión digital del diario US Today.
Decenas de policías armados con equipo antimotines, dispersaron a una multitud de alrededor de 300 manifestantes, con descargas de bombas de humo y gas pimienta.
También se produjeron saqueos en una tienda-farmacia de la cadena Walgreen, mientras que una pizzería Little Casears fue incendiada.
En Nueva York, cientos de personas marcharon a través de Union Square con carteles y empujaron las barreras policiales para continuar la protesta hacia el extremo sur de la ciudad.
También hubo manifestaciones en Oakland, California, donde un numeroso grupo de personas ocupó una intersección mientras gritaban «ÂíManos arriba, no disparen».
En Filadelfia, varios cientos de manifestantes marcharon por el centro gritando «Sin justicia no hay paz, policía racista!», mientras que en Pittsburgh desfilaron grupos de activistas, quienes aseguraron que planean reagruparse hoy frente al palacio de justicia federal.
Cerca de 15 personas se reunieron en oración en una iglesia bautista en Detroit.
Se reportaron además, incidentes en New Haven, Connecticut; Bellevue, Washington; Sanford, Florida -escenario de la muerte del afroamericano Trayvon Martin en 2012-, y en Topeka, Kansas.
Se anunciaron marchas en Nueva Orleans, Nashville, Richmond, Virginia; Allentown, Pennsylvania; Knoxville, Tennesse, y Tampa, en Florida, donde se instó a los manifestantes a reunirse el día después del anuncio.
Inmediatamente después de darse a conocer el veredicto, la Unión Americana de Libertades Civiles de Missouri dijo que la decisión «no niega el hecho de que la trágica muerte de Michael Brown es parte de una tendencia nacional alarmante de agentes que utilizan fuerza excesiva contra la gente de color».