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Por José Luis Ponsico / Hace seis meses el panorama era otro. En Racing se estaban yendo «las joyas» Rodrigo De Paul, Luciano Vietto, antes Luis Fariña. Dejaba el fútbol Mauro Camoranesi. El admirado Reinaldo Merlo no encontraba la vuelta luego de doce años del título en el Apertura ´01. «Mostaza» antes del Mundial de Brasil estaba afuera por tercera vez.
De repente, la directiva que encabeza el empresario hotelero Víctor Blanco dio un golpe de timón: la contratación de Diego Cocca y con el DT llegaron 12 futbolistas. Un equipo nuevo. Nada hizo presagiar el momento.
Uno de los últimos, Gustavo Bou, suplente en Gimnasia y Esgrima de Pedro Troglio, cuestionado hasta septiembre desde el arranque. Se venía el proceso electoral. El ex presidente Daniel Lalín, precandidato hace dos meses, cuando Racing cayó ante Independiente, el clásico de Avellaneda que iba ganando, llegó a decir: «Si gano, echo a Cocca». Un momento difícil.
De los doce nuevos, Ezequiel Videla, ex Instituto de Córdoba y Colón, rápidamente ganó el centro del campo. Dejó atrás a Francisco Cerro e hizo olvidar a otros «5» que tuvieron su apogeo: Claudio Yacob y Agustín Pelletieri.
Atrás se afirmaron Luciano Lollo, ex Belgrano de Córdoba y el pibe de inferiores Yonathan Cabral, hermano de Gustavo, ex Racing y River, en España. Lo mismo, el zurdo Leandro Grimi. Racing cayó por goleada contra Tigre 1-4 en Victoria y Nicolás Sánchez, anoche uno de los baluartes defensivos, perdió el puesto de segundo marcador central. Había recambio. Nelson Acevedo en espera.
Como Marcos Acuña, promesa que llegó de Ferro. Sin dejar de lado al cerebral Gastón Díaz, ex Gimnasia, asistente, pegada con un guante y «fabricante» de seis goles. Algunos decisivos.
El equipo se afirmó luego de la hazaña en La Bombonera hace dos meses y el ciclo goleador de Gustavo Bou, llevado a la Primera de River por Diego Simeone en abril ´08. De pronto, el entrerriano «explotó». Vivo, astuto, fuerte, encarador, mucho desmarque, pegada y hasta
cabeceador. Todas virtudes «escondidas» tras paso por Liga Universitaria, Olimpo, River de regreso y Gimnasia y Esgrima.
La «perla» Diego Milito, lesionado ante Independiente, siempre una pelota al claro o una devolución acertada. Complemento de Bou y dejando casi por obligación -salvo contra Quilmes, cuando se enojó mucho- su lugar a Gabriel Hauche, rápido, tenaz.
Cocca dijo varias veces: «El que mejor juega es River, pero en el torneo lo más difícil es mantener un rendimiento. Racing fue de menor a mayor y a dos fechas estamos punteros», comentó.
Una notoria mejoría en defensa, permitió ganar tres partidos por la mínima diferencia de 1-0 goles no demasiado académicos. El zurdazo de Bou contra Banfield quiso ser centro; el bombazo contra Quilmes, se abrió la barrera.
Una triple carambola ante una defensa de River, atónita, tres contra uno, dejó servido otro 1 a 0 y el torneo. El zurdo Ramiro Funes Mori se la llevó por delante. Gol en contra. Racing, mucha humildad, está dando vuelta su propia historia con pasajes de infortunio. Muchas veces. Hoy, la fiesta se prolonga.