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Agustín Bottinelli se convirtió en el primer periodista procesado por participar en delitos de lesa humanidad. El juez federal Sergio Torres le imputó la figura penal de coacción y trabó embargo por un millón de pesos sobre sus bienes al acreditar que fue el responsable de una entrevista apócrifa a Thelma Jara de Cabezas publicada en la revista Para Ti, de Editorial Atlántida, mientras se encontraba detenida-desaparecida en la ESMA.
El magistrado dio por probadas varias situaciones en la resolución judicial, que no incluye la prisión preventiva. Las principales: que hubo un reportaje fraguado y que el ex editor dio la orden de realizarlo. Tomó en cuenta también el testimonio de un secuestrado en la ESMA, Lázaro Gladstein, a quien una patota del centro clandestino hizo pasar por el sobrino de la mujer durante la nota. Valoró las declaraciones de otros testigos que responsabilizaron al periodista de las órdenes muy precisas que dio para su publicación. “Tenés que ir a hacer un reportaje, se trata de una subversiva arrepentida”, le dijo Bottinelli a Alberto Joaquín Scola, el redactor que lo realizó, según se desprende del fallo.
El procesamiento que tiene 200 hojas describe: “El objeto del reportaje habría sido poner en duda u ocultar la práctica de detenciones ilegales y desapariciones forzadas, incluida la de la propia entrevistada, y de difundir la idea de que la existencia de las desapariciones era una mentira sembrada por las organizaciones de derechos humanos. Finalmente, el imputado habría dispuesto la publicación de dicha nota –construida falsamente–, en el indicado medio gráfico, el día 23 de agosto de 1979, titulado ‘Habla la madre de un subversivo muerto’”.
El juez Torres señala en su resolución que “se encuentra probado que Bottinelli, valiéndose de la situación amenazante que atravesaba la mencionada Jara de Cabezas, respecto de su vida y su integridad física, arbitró los medios necesarios para que se le realizara la mencionada entrevista, resultando su acción apta para vulnerar el bien jurídico protegido por la norma, para luego fraguar su contenido y ordenar su publicación en la revista Para Ti”.
Pablo Llonto, el abogado de Jara de Cabezas, le dijo a Página/12 que apelará la calificación de “coacción” que aplicó Torres en su fallo, pero destacó que “estamos contentos porque es la primera vez en la Argentina que un periodista que fue parte del aparato de encubrimiento y de acción psicológica de la represión es procesado. Bottinelli es uno de los tantos periodistas que, conocedores de lo que estaba sucediendo, actuaban en conjunto con los militares y con los grupos de Inteligencia para hacerle creer a la sociedad que aquí no había secuestros, desapariciones, asesinatos, torturas, vuelos de la muerte y centros clandestinos”.
El procesado negó la relación con los marinos de la ESMA que se le imputa y descargó la responsabilidad por la entrevista en Aníbal Vigil, uno de los dueños de Atlántida, quien falleció: “No me pareció algo fuera de lo habitual que me llamara y me diera las coordenadas para que enviara un fotógrafo y un redactor a hacer la nota. El me dijo que se trataba de la madre de un guerrillero sin darme más detalles. Yo recibí el texto final de la entrevista tal como era habitual y sólo pude haber corregido la parte gramatical pero en ningún caso hubiera modificado el texto de la misma por dos razones, primero porque no lo hacía nunca y segundo porque era un pedido de la dirección”. El juez Torres no le creyó.