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Se trata de Julio Cesar Pazzi, de profesión arquitecto, quien a través de videoconferencia desde la Cámara Federal de Mar del Plata brindó su testimonio ante el Tribunal Oral Federal subrogante que lleva adelante el juicio por la causa caratulada «Fracassi, Eduardo René y otros por privación ilegal de la libertad agravada, reiterada, aplicación de tormentos reiterada, homicidio agravado reiterado a Aguilar, Guillermo Aníbal y otros».
Los detenidos están imputados por privaciones ilegales de la libertad, tormentos y homicidios contra un total de 66 víctimas.
Pazzi relató: «Me detienen en un operativo el feriado del 17 de agosto de 1976 en la confitería la Cupo de Punta Alta, en un operativo que fue realizado por Armada e Infantería. Me llevan al puesto 1 de Puerto Belgrano y me detienen en un calabozo».
«Yo trabajaba como ayudante de una carpintería en el departamento de intendencia, reportaba al encargado de carpintería, no tenía contacto con los jefes», agregó y detalló que su lugar de trabajo «quedaba cerca de los muelles y de destructores y en ese momento creo el portaaviones”.
«Yo fui sometido a interrogatorio a los dos o tres días de ser detenido por lapso de cuatro horas, después me volvieron a calabozo original”, dijo y describió que «estaba la persona que escribía a máquina, dos más que interrogaban y otras dos atrás mío”.
Pazzi sostuvo: «Cuando me detienen me tienen por diez días incomunicado, después de la declaración que me toman, a los días apareció un abogado que dijo que era de marina y que me iban a hacer un consejo de guerra con penas de 4 a 10 años”.
«Yo no estaba estaba comprometido con nada y no tenía nada para decir, me levantaron la incomunicación como a los diez días, me permitieron en ese momento recibir visitas», señaló. El hombre dijo que estuvo detenido 47 días y que fue liberado los primeros días de octubre de 1976.
«Cuando me liberan, dejo de trabajar por el temor que tenía, no quise tener más ningún tipo de contacto, yo perdí el trabajo en la carpintería, estuve un año y pico hasta resolver que hacía con mi vida», afirmó.
Por último, Pazzi comentó que nadie le dijo «por qué había estado preso», nadie lo llamó para ver si conservaba su trabajo y quedó en la calle. «Tuve mucho rechazo en mi casa por la situación que había pasado, mis padres se sintieron defraudados con lo que me había pasado», completó.