“En 2009 con Julián Axat denunciábamos que la policía reclutaba pibes para cometer delitos y nos trataron de locos; el de Luciano era uno de los 28 que investigamos y decimos que los procedimiento de entierros como NN pueden ser los que expliquen lo que sucede con los desparecidos en democracia”, dijo el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata, en diálogo con el vicegobernador Gabriel Mariotto, en el programa que este conduce en la AM de Radio Provincia, todos los lunes de 9.00 a 10.00.
Axat viene de trabajar como defensor público juvenil en La Plata, donde se ha ocupado de acercar el Poder Judicial a los sectores populares, en particular a niños, niñas y adolescentes, y donde ha tenido que lidiar con situaciones de alta criminalización y de violencia institucional. Ahora llevará esa experiencia al Programa de Acceso Comunitario al Ministerio Público Fiscal, que se arraigará en barrios de la ciudad de Buenos Aires primero y luego comenzará a afincarse en las provincias.
“Sentimos un gran dolor, se encontró el cuerpo, escuchamos la conferencia de prensa que se hizo en el CELS. Yo estuve reunido con los familiares y con la gente del CELS. Teníamos previsto o está prevista todavía una reunión en el barrio, el lunes próximo a las 11 de la mañana. Con este episodio estamos hablando con los compañeros para ver si se ratifica esa reunión, si hay un jury de enjuiciamiento que necesitamos que llegue al Senado para poder cumplir con el pedido de jury a los que tienen responsabilidad institucional en el Poder Judicial respecto de la causa, dijo Mariotto a poco de conocerse el hallazgo del cadáver del joven desaparecido hace más de cinco años.
“Vemos todo esto con mucha preocupación, la falta de registros en nuestros cementerios es algo que el juez Luis Arias ha subrayado aquí en La Plata y en nuestra provincia. Y el hallazgo en un cementerio del cuerpo de Luciano Arruga profundiza esa responsabilidad institucional”, añadió el Vicegobernador.
Luciano nos contó a mi vieja y a mí que había sufrido el acoso por parte de un grupo de policías y le habían propuesto salir a robar para ellos», afirmó Vanesa Orieta, hermana del joven cuyo cuerpo fue encontrado en el cementerio de la Chacarita como NN después de casi seis años de búsqueda.
En declaraciones a Casi Despierto, por Nacional Rock, Orieta afirmó que qay datos que entre la 1 y la 3 Luciano estuvo detenido en el destacamento y que fue levantado por un patrullero y pasó por un descampado cercano. «Hay un montón de cosas que hablan de la complicidad y hay que unirlo con el lugar donde fue encontrado por última vez a las 3.30», afirmó.
Sobre la hipótesis del accidente, indicó que van a pedir lo papeles para confirmar que esa fue la única situación que llevó a la muerte a su hermano y que «van a tener que pagar por eso no sólo los ocho policías sino los funcionarios médicos, del SAME, del gobierno de la Ciudad y no sólo de la Provincia de Buenos Aires».
Remarcó que el caso de Luciano sirve para hablar del acoso y la violencia que sufren los pibes en los barrios por la Bonaerense. «A Luciano le ofrecieron salir a robar para la policía y por su negativa comenzó el acoso», denunció.
En este sentido, advirtió que la situación «habla de un Estado que discrimina y criminaliza a los jóvenes pobres. Acá existió una desidia importante y allí no existieron las ganas de los funcionarios judiciales de investigar y no puedo creer en la cadena de idiotas a lo largo de esta investigación. Hubo una voluntad de ocultar y ser cómplices de un serio delito cometido por la policía bonaerense».
Al respecto, reveló que «Luciano nos contó a mi vieja y a mí que había sufrido el acoso por parte de un grupo de policías y le habían propuesto salir a robar para ellos. Le ofrecían armas, vehículos, la liberación de la zona y él se negó y a partir de ese momento empezó a ser detenido sistemáticamente, era amenazado de muerte: la detención más terrible que sufrió con 16 años fue golpeado adelante de mi mamá y mío».
Contó que Luciano vivió un montón de hechos violentos y no quería salir de su barrio y que «tenía un gran temor de que la policía lo llevara detenido y lo golpearan».
Por último, concluyó: «Así como logramos encontrarlo, vamos a lograr saber toda la verdad para que mi hermano pueda descansar definitivamente en paz».