Por Juan Russo / Desde Jujuy, en lo más profundo de la Quebrada de Humahuaca, el músico, escritor, poeta y maestro rural Fortunato Ramos confirmó que participará del encuentro multicultural del Senado de la provincia de Buenos Aires que busca unificar a los pueblos hermanos de América Latina.
“Este encuentro que impulsa Gabriel Mariotto será sumamente interesante, va a remarcar la situación actual de Latinoamérica. Creo que lo importante de esta jornada es participar para contar la verdad sobre las actividades que se realizan en toda la región” sostuvo Fortunato.
A su vez, habló sobre la importancia de preservar la cultura autóctona: “En Humahuaca, no se han perdido las costumbres, como por ejemplo el respeto por la Pachamama. El carnaval sí se encuentra relacionado con la venida de los conquistadores a estas tierras, pero se vinculó muy fuerte con las creencias que guardaban un nuestros antepasados”
Enlazando la política con la cultura, el jujeño analizó que la iniciativa del Vicegobernador, prevista del 10 al 13 de octubre en el Centro Cultural Islas Malvinas de La Plata “es sumamente positiva” porque “con este tipo de encuentros, tenemos la posibilidad de transformar a América Latina, centrándonos en la educación, en la cultura y en la política. Allí estará el futuro”
“Mariotto está apuntando bastante bien –continuó-. Hace poco estuvo en Jujuy con Jaime Torres y esa es una forma de ir conociendo nuestro país. El argentino, sobre todo cuando es dirigente político, tiene que conocer cada lugar y darse cuenta de las cosas que son importantes para el pueblo. Mariotto va en esa línea”.
Para finalizar Fortunato, hizo hincapié en la tarea del Vicegobernador desde el Senado para generar un espacio donde las culturas latinoamericanas tengan lugar para expresarse.
Dijo que la cultura y las costumbres autóctonas son fundamentales y, para ejemplificarlo, recordó una anécdota de sus comienzos como maestro rural: “Hace muchos años llegó un sacerdote alemán muy viejito, que venía al país luego de la Segunda Guerra Mundial. Aquí, en las celebraciones religiosas rurales, tocamos el erque, el cicus, tiramos bombas, hacemos mucho lío. A este alemán, le molestaban los ruidos, y decidió prohibir totalmente los cohetes y los instrumentos. No pasó mucho tiempo hasta que el cura se quedó completamente solo. Rápidamente entendió que en esta región, hay aceptar las costumbres de los pueblos”.