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El próximo sábado se celebrará en ausencia el cumpleaños 38 de Clara Anahí Mariani, quien fue apropiada por represores durante la última dictadura cívico militar cuando tenía tres meses y desde entonces es intensamente buscada por su abuela María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani. La beba, robada cuando tenía tres meses, nació el 12 de agosto de 1976.
El «cumpleaños en ausencia por su desaparición forzada» se celebrará desde las 15 frente a la Casa Mariani-Teruggi, ubicada en la calle 30 N° 1134 e\ 55 y 56.
La conducción del acto estará a cargo de Cristina Solano, quien además leerá los mensajes, y hablarán el abogado Alejo Ramos Padilla, Juez Federal de Dolores; e integrantes del equipo de guías de la Casa. Luego se escuchará una canción interpretada por alumnos del Liceo Víctor Mercante y al coro Nonthué conducido por Silvina Cañoni.
El acto finalizará con la tradicional suelta de globos, uno por cada año de vida cumplido, mientras permanece secuestrada sin conocer su origen y su verdadera identidad. El 24 de noviembre de 1976 la casa de Diana Teruggi y su esposo Daniel Mariani fue atacada por las fuerzas represivas.
Diana fue acribillada por la espalda y cayó cubriendo con su cuerpo a su pequeña hija Clara Anahí, que fue secuestrada por los represores y hasta el momento no pudo ser recuperada. Daniel Mariani, padre de la beba e hijo de Chicha, no estaba en la propiedad al momento del ataque, pero fue asesinado el 1º de agosto de 1977.
En el ataque también fueron asesinados sus compañeros de militancia, Daniel Mendiburu Eliçabe, Roberto César Porfidio, Juan Carlos Peiris y Alberto Oscar Bossio.
En la casa, declarada sitio de memoria, funcionaba una imprenta que publicaba la revista «Evita Montonera» donde se denunciaron por primera vez las desapariciones de personas durante la última última dictadura militar, los denominados «vuelos de la muerte» y la existencia de centros clandestinos de detención.
La propiedad exhibe en su frente varios cientos de orificios de bala que impactaron durante el ataque de las fuerzas represivas y un enorme boquete provocado por un proyectil de tanqueta que atravesó esa pared y otra más del interior.