Por José Luis Ponsico / Gustavo Daniel Raggio, a sus 42 años, asumió hace un mes como director técnico de Newell´s, pasando en un salto poco frecuente de la Quinta División a la Primera del club rosarino. Hace veinte años, era reconocido por su remate violento en la defensa de “Ñuls”.
Raggio, en el triunfo frente a Boca en la Bombonera, dio muestra de contar con una base conocida y la apuesta del chico Mauricio Tévez, autor del único gol. A sus 17 años, sin parentesco con Carlos Tévez, famoso «Apache» goleador de la Juventus de Italia, ayer revivió como un Don Quijote de la Mancha.
Carlos Bianchi, el más ganador de los entrenadores actuales y muy cotizado por nuestro fútbol, fue la novedad con siete jugadores nuevos en su plantel, los cuales significaron un gasto de casi 10 millones de dólares, pero no todos jugaron. Sin embargo, Boca no pudo con Newell’s y el planteo inteligente del novel técnico.
Un golazo del chico Tévez a los 44’ del primer tiempo, luego de buena acción previa -dos minutos antes Hernán Graña había salvando de cabeza a Boca en la línea, remate largo de Claudio Corvalán-, el debutante metió un derechazo cruzado con Agustín Orión algo tapado por su defensa.
Boca no pudo encontrarle la vuelta a un trámite donde “Ñuls” hizo sencillo lo difícil, si se tiene en cuenta el marco que presentó La Bombonera en el comienzo con gran expectativa, y arrancando con un DT sin experiencia en Primera.
Por su parte, Raggio apuntó «al gran estado de ánimo que antes del partido se veía en todos los jugadores». De una generación que gana un lugar en una temporada. Si bien debuta en Primera, el entrenador supo jugar en diez equipos. Experiencia no le falta.
Con él, se instalaron en el primer plano Diego Osella de Colón de Santa Fe y Jorge Almirón, ex entrenador de Godoy Cruz y ahora en Independiente. No hace mucho Leonardo Astrada y Fernando Gamboa también hicieron lo propio. De igual manera, se nota con futuro al ahora famoso comentarista de televisión, Diego Latorre.
Todos ellos, forman parte del Sub-42 de directores técnicos que se presentan con ganas de seguir creciendo en el mercado de entrenadores nuevos y capaces. Raggio al cabo fue a saludar al “Virrey” Bianchi, como un Quijote en medio del «batacazo.