«De los tres conflictos en Gaza, este ha sido el más largo, letal y destructivo. Los daños humanos y materiales van más allá de las palabras», lamentó la representante de esa agencia en Palestina, June Kunugi.
Según la funcionaria, al cumplirse hoy la tregua de 72 horas acordada en Egipto entre los agresores y el movimiento islámico de resistencia Hamas, las familias en la Franja siguen sufriendo las consecuencias de los 28 días de violencia, marcados por los bombardeos de Tel Aviv a instalaciones civiles -incluyendo de Naciones Unidas- y personas inocentes.
Un estimado de 65 mil seres humanos quedaron sin hogar y deambulan por el devastado territorio, mientras al menos medio millón están desplazados, y la cifra de víctimas fatales supera las mil 800, la inmensa mayoría civiles, entre ellas 408 niños, de acuerdo con datos de la ONU.
Kunugi precisó que muchas personas aprovecharon el alto el fuego activado el martes para visitar sus casas, pero una gran parte tuvo que retornar a los refugios colectivos ante el desolador panorama encontrado.
Los albergues están sobrepoblados, cada vez es más difícil garantizar las necesidades básicas y las condiciones de higiene requeridas para evitar enfermedades, dijo la representante de Unicef, quien mostró preocupación ante el incremento de la diarrea y los padecimientos de la piel entre los niños palestinos.
En su pronunciamiento, la funcionaria señaló que el acceso al agua está afectado para un millón 500 mil habitantes en la Franja de Gaza, casi la totalidad de su población.
Alrededor de 400 mil niños muestran severos traumas, caracterizados por pesadillas y orinarse en la cama, por lo que requieren atención psicológica, expuso.
Fuentes oficiales reflejan que la mitad de los un millón 800 mil residentes en Gaza tienen menos de 18 años, lo que hace a su población particularmente vulnerable a eventos como la agresión desatada el pasado 8 de julio por Israel y el bloqueo sionista impuesto desde 2006.