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Elizabeth Kusch, la viuda del filósofo Günter Rodolfo Kusch, resaltó en conversaciones con esta agencia la impronta del vicegobernador Gabriel Mariotto tras la visita del mandatario bonaerense a su casa en Maimará, Tilcara, Jujuy. “Me parece muy importante que la dirigencia política actual reconozca a pensadores que marcaron la identidad argentina como Rodolfo, porque señala una inquietud de parte de las autoridades por adentrarse en un pensamiento nacional”, analizó.
Asimismo, la mujer afirmó que el Presidente del Senado bonaerense podría profundizar el Proyecto Nacional y Popular en la Provincia como Gobernador. “Estuvimos conversando y reconocimos que tenemos que seguir en esta línea de pensamiento popular; hay un esfuerzo de parte de Mariotto de partir de nosotros mismos, de nuestro suelo”, consideró.
Por otro lado, de cara a las próximas elecciones, subrayó que “sería muy importante que hubiera un vuelco de la gente; sería maravilloso que toda la sociedad o la mayor parte de ella comprenda el esfuerzo que está haciendo el Gobierno Nacional para salir adelante con respecto de la deuda externa a pesar de la oposición, y nos unamos en reconocer que lo que se está haciendo es lo mejor que se puede hacer cuando el poder del capital es todavía tan grande que puede avasallar proyectos de vida, proyectos populares”.
Kusch nació en Buenos Aires el 25 de junio 1922 y falleció en la misma ciudad el 30 de septiembre de 1979. Profesor de filosofía por la Universidad de Buenos Aires en 1948, ejerció una actividad técnica en la dirección de psicología educacional y orientación profesional del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, y una amplia actividad docente en la enseñanza secundaria y superior en universidades argentinas y bolivianas.
Realizó viajes de investigación y trabajos de campo en la zona del noroeste argentino y del altiplano boliviano; organizó simposios, seminarios y jornadas académicas sobre la temática americana. Además, fue autor de numerosas obras filosóficas y literarias, en las que transmitió lo que su gran sensibilidad poética y pensante le permitió captar de propio y valioso en América.
Sobre los aportes más significativos de su esposo al pensamiento argentino y latinoamericano, Elizabeth Kusch destacó el “reconocer que hay un pensamiento, una forma de contemplar la vida, que es propia y que está todavía al margen de los estudios académicos”. En este sentido, desarrolló “la importancia de que a partir de la universidad, o las instituciones más evolucionadas en el sentido de un pensamiento occidental, se vuelque la mirada hacia la calle, hacia el hombre del lugar, hacia el suelo”.
Por último, la mujer celebró la visita de Mariotto al considerar que fue “cordial, lindísima, muy buena”.