La coordinadora de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos analizó durante una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad la grave situación humanitaria en la Franja, donde más de mil 300 palestinos han muerto y otros seis mil resultaron heridos, la mayoría civiles, desde el comienzo de los ataques indiscriminados del Gobierno de Tel Aviv el 8 de julio pasado.
Amos aludió a los efectos del bloqueo por tierra, mar y aire para la economía y la vida diaria en ese territorio ocupado, donde más del 80 por ciento de la población de casi dos millones de habitantes dependía de la ayuda humanitaria antes de comenzar los ataques.
«Es necesario que pare la violencia y que se afronten las causas de este conflicto porque la gente de Gaza quiere vivir segura y con dignidad y los habitantes en Israel desean lo mismo y por eso espero que la comunidad internacional les ayude a conseguirlo», señaló Amos.
En la misma sesión, el comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Pierre Krahenbuhl, explicó que pudo constatar «el catastrófico costo humano de esta guerra» en su visita al principal hospital de Gaza y también las precarias condiciones de los más de 220 mil refugiados.