En esta oportunidad, como lo vienen haciendo desde el mes de mayo del año pasado, los isleños denunciaron que esa normativa vulnera sus derechos y expresaron que «si bien no fue derogada», se abrió un “proceso participativo” para que ellos planteen sus desacuerdos y contrapropuestas, según se indicó en una nota publicada hoy en El Argentino de zona norte.
Por su parte, Luis Cancelo, miembro de la Asamblea Delta y Río de la Plata y ex concejal por Unidad Popular hasta diciembre del año pasado, sostuvo que les hubiera gustado “discutir toda la Ordenanza de Construcciones y que la instancia de participación fuera otra, en el Concejo Deliberante».
“Para hacer un trámite en la Municipalidad piden que presentemos escritura, pero hay mucha gente que tiene boletos de compraventa o compras de palabra, nosotros planteamos que el vecino pueda tener derechos sobre la propiedad con testigos que lo
certifiquen o con servicios a su nombre”, expresó Cancelo.
En ese marco, aseguró que «estamos tratando de abrir el juego porque gran parte de la población isleña tiene problemas con sus papeles, aunque haga 50 años que vive en el lugar».
Con respecto al proceso participativo, Rubén Sejenovich, miembro de la Asamblea de Trabajadores Isleños 1 de Mayo, señaló que «hay una imposición a una sociedad que no está acostumbrada a estas reglas y una de las cosas que planteamos es que esto no es una ciudad” y consideró que «no se trata de un proceso participativo».
Sejenovich explicó que “nosotros nos creemos más iguales a los isleños de San Fernando que a alguien que vive en un octavo piso en Tigre”.
El “proceso participativo” presentado por el Municipio contempla la apertura de un expediente en el que se incluirán los planteos que hagan los vecinos, por correo electrónico o en persona, completando los formularios correspondientes.
“Ellos lo llaman participativo, pero sólo permiten presentar papeles, sin diálogo», cuestionó Sejenovich.