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El conflicto, que ya llegó a su tercer mes, dejó hasta el momento un saldo total de 478 civiles muertos, entre ellos 30 mujeres y siete chicos, según informó el gobierno de Kiev.
Los grupos pro-rusos aseguraron que en los enfrentamientos de ayer con el ejército ucraniano unos 50 soldados murieron cerca del aeropuerto de la ciudad de Lugansk. El comandante del batallón de Donbás, Semion Semenchenko, reconoció las pérdidas pero dijo que en Donetsk las tropas gubernamentales habían logrado abatir a 25 «terroristas». Los separatistas de esa ciudad advirtieron que si el ejército no se retira del lugar unos 100 mil ciudadanos tendrán que abandonar la zona por motivos de seguridad.
Mientras los combates en el este se vuelven cada vez más frecuentes y mortales, el vicepresidente Joe Biden mantuvo una charla telefónica con el presidente ucraniano Petro Poroshenko y le comunicó que la Casa Blanca «evalúa considerar a Rusia responsable por su persistente ayuda a los separatistas, incluida la provisión de armamento pesado».