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Por Germán Celesia / Cuando se bloquearon las principales rutas del país dificultando el normal abastecimiento de productos alimenticios, en 2008, la palabra “bloqueo” estuvo prácticamente ausente de las portadas de La Nación y Clarín, partidarias de esa medida por convicción o por simple deseo de ver fracasar al gobierno nacional. Ahora, el normal funcionamiento de una de las instituciones de la República es denominado por esos medios con la palabra que estuvo casi ausente en esas jornadas.
“El kirchnerismo bloquea el juicio político a Boudou”, anticipaba ayer Clarín. “El kirchnerismo busca cerrar el paso a un juicio político contra Boudou”, decía La Nación, utilizando una expresión – “cerrar el paso” – equivalente a la palabra bloqueo. “En debate caliente, frenaron el juicio político a Boudou”, afirma hoy Clarín, mostrando coherencia conceptual entre el “freno” a causa del “bloqueo”. Dentro de su edición, titula con esas dos palabras. Por una parte: “A las apuradas, el oficialismo bloqueó el juicio político al vice”, dice, como si se tratara de una medida improvisada. Y por otro lado afirma que, desde el oficialismo, “frenaron el juicio político”.
La Nación titula hoy con las mismas palabras que usó Clarín ayer: “Con un cerrado apoyo a Boudou, el oficialismo bloqueó el juicio político”. Según redunda Laura Serra, “el kirchnerismo respaldó a Boudou para bloquear su juicio político”. Además, el diario habla de una “discusión acalorada, con chicanas y ajustes de cuentas” que, según Mariano Obarrio, “Cristina monitoreó” pese a encontrarse “frente a un cóctel explosivo”, según se entusiasma el columnista Fernando Laborda. Según dice Laborda, aunque no da un solo nombre, “nadie cree en la inocencia del vicepresidente”, y “no son pocos los senadores del propio Frente para la Victoria que no están dispuestos a sesionar con Boudou tocando la campanita”.
Para colmo, según la Nación, Boudou “prepara un ataque al juez en la Cámara”, con lo cual vuelve el uso indiscriminado de metáforas guerreras a las páginas del diario, donde otro columnista, Jorge Fernández Díaz, se permite falsificar nuevamente la historia y tratar de “macartista” y “feudal” al kirchnerismo. Lo hace, justamente desde las páginas de un matutino que descalificó por “marxista” a Axel Kicillof, ministro de Economía, y que hace vista gorda ante las prácticas que podrían calificarse de “feudales” de parte de productores agropecuarios con mano de obra en que vive y trabaja en condiciones inhumanas.
A todo esto, en Clarín Julio Blanck realiza un nuevo esfuerzo por desprestigiar a la Presidenta, Cristina Fernández, a raíz de las acusaciones contra Boudou. “Cristina paga el costo para no parecer débil”, se titula su columna. Según afirma: “Cristina es el sostén primero y último de Amado Boudou. Su garante y protectora. Casi el único factor, podría decirse, que mantiene al vicepresidente en su puesto”, exagera. “La Presidenta ejecuta así, en soledad, un indudable acto de poder. Pero a la vez puede sentir antes de tiempo, por síntomas inesperados, cómo se acerca el momento –amargo o quizá liberador– de la salida de ese poder que tanto disfruta”, dice, retomando la teoría del fin anticipado del mandato constitucional de la Jefa de Estado.
Luego Blanck se entusiasma la posibilidad de un debilitamiento del propio kirchnerismo: “El factor novedoso y más agudo es la pérdida de solidaridades en su propia fuerza. Es una pérdida por goteo que jamás será admitida, mientras se ejecuta en silencio o incluso bajo proclamas de obediencia. Sucede que la debilidad progresiva de su sistema de poder coloca a la Presidenta ante la imposibilidad de forzar el cambio de esa actitud en muchos de los propios”, dice, luego de mentir hablando, por ejemplo, de un “férreo control” sobra la Justicia, que de haber existido hubiera permitido por ejemplo aplicar en tiempo y forma la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Según Leonardo Míndez, “una idea que ya empieza a repetirse por lo bajo entre legisladores del Frente parta la Victoria es que si la Cámara Federal confirma su procesamiento, el vice tendrá que pedir licencia”, aunque no menciona ni siquiera a uno que lo diga públicamente.
Para referirse al tema, el diario El Día utiliza una palabra de uso médico: “Tras fuerte debate, abortan el juicio político a Boudou”. El diario Hoy no menciona el debate parlamentario en tapa. Tampoco lo hace Ámbito Financiero. El Cronista adopta en cambio la palabra impuesta por el Grupo Clarín y titula en tema: “Con escándalo y amenazas, el kichnerismo bloqueó el juicio político a Boudou”.