Por Germán Celesia / “Intendentes del PJ buscan bloquear las listas colectoras K, advertía ayer el diario El Día. Luego afirma que “varios intendentes peronistas del Conurbano que debieron padecer la competencia directa de listas auspiciadas por la Casa Rosada”. Así, insistía en la diferenciación lineal de los jefes comunales peronistas y los dirigentes “kirchneristas”.
Según el matutino, “la mayoría de los intendentes del PJ buscará la reelección en 2015 y una posible reiteración de las denominadas listas colectoras con candidatos ultra K, podrían allanar el camino para el arribo de aspirantes massistas”. De acuerdo El Día, “varios de estos jefes comunales sospechan de que la Casa Rosada volverá a fogonear listas locales con candidatos propios para darle cabida a La Cámpora y otras expresiones nucleadas en Unidos y Organizados, todas de probado ADN K”, aunque muchos los dirigentes de la agrupación juvenil y de otras agrupaciones como el Movimiento Evita también ocupan cargos en la estructura partidaria del justicialismo.
En su columna de hoy, Mariano Pérez de Euate insiste en el tema y habla de “una rebelión subterránea entre intendentes del PJ”, en la cual también alude al supuesto “sin de ciclo”, que según cree podría perjudicar a los dirigentes que gobiernan comunas de la provincia.
“Lo que ahora están viendo ahora los jefes comunales del peronismo, y ha sido tema de charla en más de una reunión, es que en el afán de conservar cuotas de poder en los distintos estamentos del Estado luego de la retirada del año que viene, la Presidenta estaría pensando en incorporar dirigentes propios en las listas de legisladores nacionales y provinciales y en repetir la lógica de las colectoras a nivel distrital. Y esto último aún a riesgo de poner en peligro muchas intendencias por aquella cuestión de la división del voto oficialista”, afirma, sin alusión a fuente periodística alguna.
Según Pérez de Eulate, “hay una suerte de lobby interno en el PJ para intentar un pronunciamiento orgánico del partido contra la modalidad de las colectoras. Creen que actuará como una suerte de freno a la compulsión cristinista por el dedazo”.
En realidad, la campaña del diario platense replica en buena medida una nota del 2 de junio pasado publicado por el diario La Nación. “Relegados del poder, los intendentes del PJ temen por el armado electoral del Gobierno”, se titulaba un artículo firmado por Jésica Bossi. La periodista buscaba también colocar una cuña entre los jefes comunales y Unidos y Organizados.
“Fueron los grandes ausentes en los festejos por los 11 años del kirchnerismo en el poder en contraposición al peso que tuvo Unidos y Organizados en la masiva convocatoria a la Plaza de Mayo. Por ahora es sólo un síntoma y una luz de alerta para la Casa Rosada. Sin estar en pie de guerra, los intendentes de la provincia de Buenos Aires comienzan a inquietarse ante el próximo armado electoral. La preocupación que corroe los municipios bonaerenses es la posibilidad de que la presidenta Cristina Kirchner habilite la proliferación de candidatos a intendentes que les genere competencia interna”, afirmaba Verón.
Según decía, “el temor entre los jefes territoriales de la provincia es repetir el escenario del año pasado, cuando Cristina permitió colectoras”.
Yendo más atrás, el 24 de abril de 2011, Clarín prácticamente anticipaba los artículos de El Día y La Nación en su artículo titulado: “Colectoras: los intendentes del PJ presionan para no perder poder”, donde hablaba, como ahora, de “tensión en el armado del oficialismo en la Provincia”. Más cerca en el tiempo, el 10 de febrero pasado, el “gran diario argentino” ya se refería a esa supuesta pelea entre kirchnerista e intendentes, aunque en sentido inverso: “Los K desconfían de Espinoza y hay tensión en el PJ bonaerense”, decía, en referencia al presidente del partido y jefe comunal de La Matanza. El 17 de febrero pasado, daba vuelta el planteamiento nuevamente: “Condicionado por los jóvenes K, Espinoza junta al PJ provincial”, decía. Y los demás medios siguieron esa lógica en los artículos más recientes.